El Surne Bilbao tiene una verdadera prueba de fuego en el mes y medio que queda hasta la Copa. Aún está a tiempo de clasificarse para el torneo de Valencia, pero el reto es seguir sumando victorias en un tramo de calendario muy complicado en casa. La imposibilidad, hasta el momento, de sumar fuera de casa, una anomalía a la que los aficionados del equipo siguen buscando explicaciones, convierte las citas en Miribilla, donde de manera opuesta el equipo acumula desde que comenzó el presente curso cinco triunfos sin fallo, en el salvoconducto para avanzar en la temporada por una zona tranquila.

Serán nueve partidos desde este próximo domingo hasta el 15 de febrero, seis de ellos como locales y todos de una dificultad extrema. Porque por el Bilbao Arena pasarán seis equipos que ahora ocupan plaza entre los ocho primeros y que obligarán a los hombres de negro a dar su mejor versión. El pasado curso, contra esos mismos rivales, los bilbainos lograron solo un triunfo.

Empezando por lo más inmediato, el Surne Bilbao cerrará el año contra el Barça, que está en su mejor momento de las últimas tres temporadas desde que Xavi Pascual volvió a su banquillo. Los azulgranas acumulan cinco victorias seguidas en la Liga Endesa desde que el técnico de Gavá regresó a su banquillo. Después, para abrir 2026 llegará el 2 de enero el duelo ante el Valencia Basket, el equipo más anotador de la competición y el que está arrastrando con su propuesta a muchos otros. En ambos encuentros se espera que el pabellón esté casi lleno, lo que debe suponer un impulso enorme para tratar de superar a dos de los rivales más poderosos.

El Girona, uno de los que sigue la estela en cuanto a estilo de juego del Valencia, será la primera salida del nuevo año para el equipo de Jaume Ponsarnau en busca de cambiar la racha fuera de casa con un viaje por medio. Después, llegarán otros dos encuentros seguidos en Miribilla ante el UCAM Murcia, segundo clasificado y que está protagonizando el mejor arranque de curso de su historia, y el Tenerife de Txus Vidorreta, siempre competitivo en su propuesta y muy duro de vencer.

Un derbi antes de la Copa

La salida a Granada, uno de los equipos que ocupan plaza de descenso ahora mismo, cerrará la primera vuelta para iniciar la segunda ante el Joventut, que ha elevado su nivel respecto a la pasada campaña con el fichaje de Ricky Rubio. El Gran Canaria esperará a los hombres de negro en el primer fin de semana de febrero y el último choque antes del parón de dos semanas por la Copa y las ventanas FIBA será el derbi en Miribilla ante el Baskonia, que va de menos a más en su rendimiento de la temporada y ya ocupa la codiciada octava plaza que conduce al torneo de los ocho mejores tras la primera vuelta.

Además de estos compromisos ligueros, el Surne Bilbao intercalará los cuatro que le quedan para completar la segunda fase de la FIBA Europe Cup en la que tiene bien encarrilado el pase a los cuartos de final: dos serán en enero ante el PAOK en el Bilbao Arena y el Sporting en Lisboa y dos en febrero ante el Prievidza en casa y el PAOK en la ya mítica Salónica. En total, serán trece partidos en apenas siete semanas de competición que pueden marcar el devenir y el calificativo final de una campaña que hasta ahora avanza dentro de la normalidad.

Lo excepcional puede llegar si en este tramo del calendario los hombres de negro son capaces de lograr alguna victoria de esas que se consideran de prestigio o que no entran normalmente en el guion de cada temporada. O también si pueden romper su racha de derrotas como visitantes, sobre todo para que no se haga bola y empiece a generar sensaciones de debilidad y dudas a nivel interno y externo. Ya se sabe que un tiro que entra y otro que no pueden cambiar todo de golpe.