PORTUGALETE: Mediavilla, Camus, Alexander, Murua, Nacho, Santamaría, Ayala (Min. 46, Isuskiza), Thaylor (Min. 67, Musy), Güemes (Min. 85, Valero), Salado (Min. 76, Rubio) y Urko Vera (Min. 71, Salinas).

AMOREBIETA: Saizar, Aldalur, Arregi, Aimar, Garro, Etxaburu (Min. 55, Mikel Álvaro), Iker Bilbao (Min. 67, Larrucea), Ekaitz, Seguín, Obieta (Min. 67, Unzueta) y Orozko.

Árbitro: Pozueta Rodríguez (cántabro). Mostró tarjeta amarilla a los locales Ayala e Isuskiza y al visitante Iker Bilbao.

Incidencias: Unos 400 espectadores en La Florida.

Empate sin goles entre Portugalete y Amorebieta en lo que supuso el debut liguero en casa de los locales en su tercera andadura en Segunda B. El partido resultó demasiado físico. La igualdad y la intensidad se acusaron en La Florida y las tareas defensivas se impusieron a las de los rematadores. El equipo de Urritxe dejó bien claro que había estudiado a su rival y apenas le dejó movimientos achicando espacios. En una contra llevada por Güemes, Thaylor remató alto y más tarde un centro de Thaylor tampoco encontró rematador. El Amorebieta fue desquitándose del empuje local, Orozko acabó con un remate alto y Seguín disparó con su zurda sin acierto. El juego resultaba muy trabado y el balón permanecía por el aire. Pero los locales volvieron a dominar el juego y Güemes y Thaylor, de cabeza, lo intentaron de nuevo.

En la segunda parte se mantuvo la misma tónica, sin existir un claro dominador, aunque es cierto que el Portugalete empezó mandando, tal y como había finalizado el primer acto. Güemes, solo, finalizó desviado tras un buen envío de Thaylor. Etxaburu con una lesión en un hombro tras una mala caída tuvo que dejar su sitio a Mikel Álvaro que gozó de su oportunidad nada más pisar el verde. Y más tarde, Saizar mandó a córner un rechace de Urko Vera. El Amorebieta apenas pisaba el área rival aunque Mediavilla tuvo que neutralizar un cabezazo de Orozko a centro de Obieta.

Y Ekaitz probó suerte desde lejos sin éxito. En la recta final el Portugalete apretó de nuevo y creó peligro en un tiro con veneno de Salinas, que lo despejó Saizar como pudo a saque de esquina.