El Barça más práctico y con más puntería del curso no dio opciones al Nápoles al que ganó por 3-1 y se clasificó para los cuartos de final de la Champions, ronda en la que le espera el Bayern de Múnich. Fue un partido atípico. Los azulgrana fueron efectivos, pero no efectistas. Supieron jugar sus cartas y anotaron dos goles en las primeras dos aproximaciones al área de Ospina (Lenglet y Messi) con lo que cimentaron su clasificación.

El Barça de las dudas, frágil y sin pegada en la recta final de LaLiga, supo gestionar bien el partido y se transformó. Ante la falta de creatividad, jugó más en transiciones y aprovechó las jugadas a balón parado. En el primer remate sobre la meta de Ospina, a la salida de un saque de esquina, Lenglet se deshizo de Demme y marcó el 1-0 en el minuto 10. El Nápoles, que en la ida jugó al gato y al ratón, cayó en su propia trampa. Tenía el control, pero el Barcelona era letal. Sin Busquets ni Arturo Vidal, sancionados; Rakitic hizo de mediocentro, De Jong leyó muy bien el partido y Sergi Roberto cumplió.

En el segundo remate a puerta, llegó el 2-0 para los azulgrana. Messi, en una acción en la que a trompicones se llevó el balón entre cuatro rivales y remató cayendo a la red en el minuto 23. Siete minutos después, los de Setién podían haber certificado el pase a la fase final de Lisboa. Después de una gran acción colectiva, Messi controló y batió a Ospina, después de un excelente centro de De Jong. El árbitro, previa consulta con el VAR, anuló el 3-0 por mano del argentino.

El VAR tuvo que volver a intervenir en una acción de Koulibaly sobre Messi. El argentino se adelantó a la acción del defensa, que golpeó el tobillo del delantero. Luis Suárez transformó el 3-0 en el descuento. Aquí no acabó la historia del primer tiempo. Otro penalti, esta vez de Rakitic a Mertens, permitió a Insigne anotar el 3-1 en el minuto 49 y darle vida a los napolitanos que ya estaban con pocas opciones.

En la segunda mitad, el Barça jugó a que no pasara nada y lo consiguió. Mantuvo el balón, no arriesgó y jugó con cabeza. Quien interpretó el partido a la perfección fue Frenkie de Jong, muy bien en el juego al espacio y al primer toque.

A veinte minutos para el final, Gattuso miró hacia el banquillo y decidió jugársela. Puso a Politano y a al mexicano Lozano. Más pólvora para forzar al menos un gol. Pero el asunto no varió.

BARCELONA: Ter Stegen; Semedo, Piqué, Lenglet, Alba; Sergi Roberto, Rakitic, De Jong; Suárez (Min. 92, Junior Firpo), Griezmann (Min. 84, Monchu), Messi.

NÁPOLES: Ospina; Di Lorenzo, Manolas, Koulibaly, Mario Rui; Fabián Ruiz (Min. 79, Elmas), Demme (Min. 46, Lobotka), Zielinski (Min. 70, Lozano); Callejón (Min. 70, Politano), Insigne (Min. 79, Milik) y Mertens.

Goles: 1-0: Min. 10; Lenglet. 2-0: Min.23; Messi. 3-0: Min. 45+1: Suárez, de penalti. 3-1: Min. 45+5: Insigne, de penalti.

Árbitro: Cüneyt Çakir (Turquía). Mostró cartulina amarilla a Zielinski (Min. 60) y a Luis Suárez (Min.90+2)

Incidencias: Vuelta de los octavos de final de la Champions League disputado sin público en el Camp Nou.