CD Ilunion 95

Bidaideak Bilbao BSR 71

BIDAIDEAK BILBAO BSR: Lorenzo (4), Blair (6), Ruiz (21), García (14), Jasso (7) -cinco inicial-, Mendiluce (0), Mouriz (0), Avendaño (2), Centeno (0) y Hernández (9).

ILUNION: Williams (28), Zarzuela (4), Latham (20), Diallo (4), Warburton (23) -cinco inicial-, Stix (0), Ortega (16) y Lavandeira (0).

Parciales: 16-21, 34-47 (descanso) 47-67 y 71-95.

Eliminados: Asier García, del Bidaideak Bilbao BSR; y Daniel Stix, del Ilunion.

Incidencias: Partido a puerta cerrada en el Rittal Arena.

El Bidaideak Bilbao BSR arrancó su andadura en la máxima competición continental con la ilusión como principal sentimiento. El primer partido alimentó las esperanzas de llegar al podio de la Champions, incluso de hacer algo más grande. Sin embargo, a partir de ahí todo fue cuesta abajo. Los Thuringia Bulls les dejaron fuera de la final con una exhibición de juego y ayer domingo cosecharon su segundo mazazo consecutivo ante el Ilunion. El golpe no fue solo duro por la abultada derrota por 71-95, también por las sensaciones vistas sobre la cancha. El conjunto madrileño arrolló a los de Adrián Yáñez. El Bidaideak Bilbao BSR acabó cuarto en la Champions, todo un mérito, pero quedó el amargo sabor de no poder competir de tú a tú durante más tiempo en semifinales y en el partido por el tercer y cuarto puesto.

El encuentro entre los madrileños y el Bidaideak Bilbao BSR poco tuvo que ver con los enfrentamientos de la liga doméstica. El Ilunion mandó en la pista desde los primeros minutos y el conjunto vizcaino se vio en una constante labor de achique ante los golpes constantes de su adversario. Los dirigidos por Adrián Yáñez fueron todo el encuentro a remolque y en los minutos finales la desventaja llegó a la treintena.

El conjunto bilbaino tuvo problemas desde los primeros minutos. Los madrileños detectaron las fortalezas del juego de los vizcaínos desde los primeros minutos y realizaron un entramado defensivo que anuló sus ofensivas, vigilando con especial atención a Asier García, que no pudo marcar el ritmo de juego con su soltura habitual. Ante esta situación, la defensa fue la principal baza de la resistencia, pero eso finalmente también falló. El alto ritmo del Ilunion le permitió encontrar muchos caminos al aro, sobre todo en la segunda parte y a partir de ahí el sueño del Bidaideak Bilbao BSR terminó de forma abrupta.

lahn-dilla, campeón

Por otra parte, los anfitriones del Lahn-Dill se proclamaron campeones de la Champions tras ganar en la final a los Thurinigia Bulls, equipo que eliminó al Bidaideak Bilbao BSR en las semifinales. Los de Wetzlar salieron con fuerza y consiguieron una ventaja de diez puntos, pero en la segunda parte sufrieron para defender la renta y ganar por un ajustado 67-71.