Anadolu Efes83

CSKA Moscú91

ANADOLU EFES: Micic (10), Larkin (29), Anderson (7), Moerman (2) y Dunston (13) -cinco inicial-; Balbay (0), Beaubois (3), Simon (15), Motum (4), Pleiss (0) y Sanli (0).

CSKA MOSCÚ: De Colo (15), Hackett (7), Kurbanov (7), Clyburn (20) y Hunter (7) -cinco inicial-; Sergio Rodríguez (6), Higgins (20), Hines (9), Peters (0), Bolomboy (0) y Ukhov (0).

Parciales: 20-29, 42-44 (descanso), 62-68 y 83-91.

Árbitros: Lottermoser, Lammon ica y Latisevs. Eliminaron a Simon.

Incidencias: 13.420 espectadores en el Buesa Arena de Gasteiz para la final de la Euroliag 2018-19.

bilbao - El CSKA Moscú vuelve a reinar, por octava vez en su historia, en el baloncesto europeo tras una temporada en la que ha hecho menos ruido de lo habitual, pero en la que ha sabido jugar mejor que nadie la Final Four, que es de lo que se trata. Por Gasteiz se ha dejado ver Sergei Tarakanov, una de las glorias del club de cuando la URSS, pero el CSKA de ahora nada tiene que ver con aquel. Ahora un griego, Dimitris Itoudis, adiestra a un grupo multinacional con seis estadounidenses, uno de ellos (Bolomboy) con pasaporte ucraniano y que juega para la selección rusa, un italo-estadounidense, un francés, un español y tres rusos, de los cuales solo Kurbanov ha tenido protagonismo en la cita de Gasteiz.

Así es el baloncesto moderno y el Anadolu Efes no le va a la zaga en cuanto a variedad de nacionalidades. Unos y otros ofrecieron una final de altísimo nivel, que es lo que se debe esperar de este tipo de eventos, pese a que muchos jugadores lleguen con la lengua fuera. El CSKA Moscú impuso su mayor costumbre en finales y eso que jugó con el ambiente en contra. El público se posicionó mayoritariamente por el conjunto turco -solo cae mal su entrenador Ergin Ataman- ya que los rusos dejaron fuera de la Final Four al Baskonia y, además, el Efes tiene en sus filas a dos exbaskonistas como Beaubois y Larkin, que ha hecho un torneo excelso y merecedor de MVP si no se lo hubiera llevado el ganador Will Clyburn.

El arranque del partido, con los dos equipos muy acertados, puso el listón muy alto y de ahí no bajó. Por el minuto 5 se pasó con 12-12, pero los moscovitas pegaron un tirón gracias a sus seis triples. Micic estuvo en tono discreto, muy bien controlado por una defensa muy física, y solo Larkin era un verso libre en el partido, pero él solo no podía ante la batería de exteriores del CSKA, todos compatibles e intercambiables porque pueden jugar con o sin balón y que trataban de hacer sufrir al pequeño jugador del Efes en el poste bajo.

Aunque el juego interior del CSKA parece mejorable este verano, la defensa turca sufría en los ajustes y los rusos tomaron una renta de 20-34 al inicio del segundo cuarto. El Anadolu Efes, además, empezó a fallar sus tiros, pero de pronto encontraron en el rebote ofensivo su tabla de salvación. Con Dunston, Motum y Simon cargando con todo y después de tres tiros libres de Larkin al filo de la bocina, pudo llegar al descanso con una desventaja mínima.

triples como puñales Un triple del croata Simon abrió el tercer cuarto y dio al Efes su última ventaja (45-44). El CSKA Moscú no se descompuso y siguió clavando puñales a un equipo que no terminaba de caer. Dos triples de Clyburn y un 2+1 de Hines abrieron un parcial de 5-16 que invitaba a decantar la final hacia los rusos. Pero Larkin tenía otra idea y tontas pérdidas del CSKA y de nuevo un triple de Larkin con el reloj a cero apretaron de nuevo el marcador (62-68). El Chacho Rodríguez abrió el último cuarto con otro triple en lo que fue clave del partido: 14 de 22 anotaron los de Itoudis.

Un matazo de Dunston, peleado con todos los interiores del CSKA, elevó el 69-73 a 7.30 del final. La emoción duró poco, lo que tardó en regresar Nando De Colo. El francés llevaba largo rato en el banquillo, pero nada más salir enlazó seis puntos para poner otra vez a su equipo por encima de los diez puntos (71-83). En los últimos cinco minutos, el Anadolu Efes necesitaba un milagro, pero el tiempo volaba, aunque Larkin puso el 81-85 a 1.54. El oficio del conjunto ruso no permitió más alegría y los tiros a la desesperada del equipo de Estambul solo encontraron hierro. Esta vez, el equipo con mayor presupuesto se llevó la gloria sin que haya que ponerle un pero porque ha jugado un gran baloncesto en Gasteiz.