bilbao - Mientras el tenis espera que aparezca definitivamente el relevo esperado, los Grand Slams desde hace doce años consisten en ir haciendo la criba hasta ver quién acompaña a los tres más grandes de la historia en las últimas finales. Ha pasado así en doce ocasiones y, por ejemplo, en 2007 ya estuvieron los tres en Londres junto a Richard Gasquet. En el último Roland Garros, fue Dominic Thiem el que se coló en la final. En Wimbledon el otro es Roberto Bautista y se ha hecho un hueco entre Novak Djokovic, Rafa Nadal y Roger Federer, que ganaron sus partidos de final sin demasiados problemas.

El castellonense de 31 años jugará por primera vez en su carrera en semifinales de un Grand Slam y lo hará en una superficie que en teoría no le viene bien. Pero hace tiempo que en el tenis desaparecieron los especialistas y Bautista aprovechó la oportunidad de su vida ante Guido Pella, otro extraño en la hierba. Los dos primeros sets fueron para el de La Plana y eso le dio margen para frenar el intento de remontada del argentino que esta vez se quedó corto: 7-5, 6-4, 3-6 y 6-3.

Bautista reconoció que sus planes para estos días era “estar en Ibiza con los amigos”, pero mañana le tocará jugar ante Djokovic, al que ha ganado en los dos enfrentamientos este año: en Doha y en Miami”. “Parece que al menos le incomodo, aunque es el favorito para el partido y para el torneo”, dijo sobre el serbio, que no pasó apuros ante David Goffin y se impuso por 6-4, 6-0 y 6-2 en poco menos de dos horas. El belga comenzó con un 3-4 a favor, pero nunca pareció estar del todo convencido de sus posibilidades ante el número 1 del mundo, que se mete en semifinales de Wimbledon por novena vez, las mismas que todo un experto en la hierba como Boris Becker.

once años después La otra semifinal será el partido eterno, otro duelo entre Rafa Nadal y Roger Federer, el cuadragésimo, quince años después del primero y once después de la última ocasión en que se midieron en Wimbledon, que fue aquella final de 2008 que pasó a la posteridad como la mejor de la historia en un Grand Slam.

El de Manacor lo pasó mal ante Sam Querrey en el primer set, pese a su gran inicio con el saque. En cuanto mostró debilidad, el estadounidense le apretó y llegó a empatar a cinco juegos. Nadal salió del apuro con su habitual determinación (7-5) y dio un golpe moral al de San Francisco, que poco a poco fue bajando su nivel. El balear, al contrario, elevó su agresividad para cerrar con 6-2 y 6-2. Con su séptima presencia en semifinales de Wimbledon, Nadal repite el resultado del año pasado y se asegura estar en las Finales ATP de Londres en noviembre.

“Sé lo que significa esto para el tenis. Las oportunidades de enfrentarnos no son eternas”, apuntó sobre el duelo de semifinales. Aunque el balear está mostrando un nivel altísimo, en Wimbledon Federer siempre es un reto supremo. El suizo sumó su triunfo 100 tras ceder el primer set ante Kei Nishikori, pero se repuso para ganar sin contemplaciones: 4-6, 6-1, 6-4 y 6-4. “Va a ser difícil. Rafa puede hacer daño a cualquiera en cualquier superficie”, dijo el tenista de Basilea.