Piedad Bonnett (Amalfi, Colombia, 1951) fue testigo de la caída de su hijo, Daniel. “Era un chico buenísimo, un alumno brillante que estaba haciendo una maestría en la Universidad de Columbia”, recuerda la autora. Pero Daniel no era feliz. Cargaba con problemas de salud mental que lastraban su presente y terminaron arrebatándole su futuro. Se quitó la vida, pero su madre tuvo que seguir con la suya. Purgó todo el dolor, “la imagen aterradora” de ver “a su hijo cayendo”, en un poema, Último instante. Chantal Maillard (Bruselas, 1951) también tuvo que enfrentar la misma situación. Y también lloró lágrimas de tinta que se derramaron en unos versos sin título. “Los poemas de Chantal son así, nunca los titula”, apuntó Bonnett. Ayer se reunió con ella en el marco del festival Bilbapoesía para ofrecer un recital conjunto en la biblioteca de Bidebarrieta.

“Somos dos madres frente a un mismo abismo”, afirmó horas antes de su intervención en un encuentro con los medios de comunicación. Rodeada de Biblias antiquísimas y otros libros sacros que descansan en las estanterías de Bidebarrieta, aseguró que, por duro que sea el poema, quien lo recita debe despojarse de sus sentimientos o, al menos, guardarlos en un cajón. “Parte de lo que hace un escritor cuando se enfrenta a un público es contener sus emociones. Es decir, es el poema el que tiene que dar la emoción, no podemos entregarnos al dolor otra vez cuando leemos”, sentenció.

Un diálogo poético contra el estigma

Para ella, Último instante es sinónimo de dolor, de pérdida, de duelo. Pero nada de eso pudo apreciarse en el recital que ofreció junto a su colega (¿y amiga?) Chantal Maillard. Contó, además, que no venía a Bilbao desde hacía 30 años y que ya había colaborado con la belga en un evento similar que tuvo lugar en Málaga en 2018. “Sucedió en una circunstancia muy particular y pensábamos que no se iba a repetir nunca más”, precisó. Explicó, también, que el recital que ofrecieron ayer en Bilbao resumió lo que pasó a orillas del Mediterráneo hace seis años. 

“Cuando gané el Premio Generación del 27, en Málaga, le hicieron llegar [a Maillard] mi libro”, dijo. “Ella descubrió, con un poco de estupefacción, que las dos tuvimos hijos que se llamaban Daniel, que los dos se suicidaron a una edad semejante y que todo ocurrió de manera idéntica”, desveló. También tienen la misma edad y se casaron en el mismo momento. Bonnett y Maillard han vivido vidas similares, si no paralelas. Eso sí, para la poeta colombiana el elemento que termina de coser su relación es la poesía. “Los poemas que escribimos captan esa imagen aterradora de nuestros hijos cayendo y, por eso, hicimos este diálogo: Daniel Voces En Duelo”, apuntó para concluir su relato. El objetivo de esta performance es luchar contra el estigma que planea sobre el suicidio y dignificar a las personas que se suicidan. “No se trata de crear sentimentalismo”, advirtió Bonnett, “sino de mostrar cómo la palabra puede transfigurar en belleza lo que alguna vez fue horror”, detalló. 

La poesía y "la desacomodación del mundo"

En este sentido, Bonnett defendió que la poesía nace “de la desacomodación en el mundo”. Por eso, según ella, muchos adolescentes empiezan a escribir versos. “Pese a las tablets o el Tik-Tok, siempre habrá un reducto de gente joven que se aproxime a la realidad de manera diferente, que ha tenido la oportunidad de leer poesía gracias a sus maestros o a otras circunstancias”, reivindicó. Ahora, la poesía es un género literario que también se ocupa de muchísimas otras cosas, de acuerdo con la escritora y docente. “El dolor de los demás es un tema. Pero la poesía también está llena de versos sobre la belleza del mundo o del amor, que es uno de los grandes temas”, indicó. Y es que, Para Bonnett, todo lo que le de sentido a la existencia tiene un lugar en la poesía.

La despedida

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El festival se despedirá de Bilbao hasta su próxima edición en 2025 este domingo, 24 de marzo, con un espectáculo poético-musical que tiene como hilo conductor la poesía Joan Margarit bajo el título ‘No se pierde la señal, recordando a Joan Margarit’. La cita viene de la mano del grupo musical catalán formado por Carles Margarit (su hijo), Laura Simó, Xabier Algans, Guillermo Prats y David Xirgú. Esta cita precisará de unas entradas disponibles en www.bilbaokultura.eus. 

Por otro lado, la autora considera que las personas que padecen algún tipo de enfermedad mental cargan un dos fardos muy pesados: su propia dolencia y la imagen de la salud mental que proyecta la sociedad. “Todo lo que tenga que ver con ello ha estado demasiado tiempo silenciado”, lamentó. La imagen a la que se refiere Bonnett tiene que ver con personas en estado de reclusión, con seres que habitan los márgenes. “Pero resulta que a nuestro lado hay muchas personas que están viviendo depresiones profundas, que pueden tener bipolaridad y enfermedades más graves”, apuntó. Pese a su condición, son personas “completamente funcionales” que gestionan sus vidas con enorme dificultad. “Para ellos el suicidio es siempre una posibilidad”, advirtió la poeta colombiana.