"EL fin del arte es despertar la emoción de la gente. Y eso no se consigue con fórmulas”. La lapidaria frase es de Dulce Pontes. La cantante portuguesa, epítome del fado y que ayer jueves estuvo en el Arriaga en el homenaje a su amigo Kepa Junkera, nos la soltó en su visita anterior a Bilbao. Repetirá mañana sábado, en la Sala BBK, en la presentación de su último disco, Perfil, cuya música viaja más allá del fado.

Pontes es una de las cantantes portuguesas más internacionales de la actualidad, una voz imprescindible para los amantes del fado y, además, considerada la sucesora natural de la mítica Amália Rodrigues. Pianista, compositora e intérprete, debutó con Lágrima, en 1993, y ya tenía una experiencia previa de un lustro en el teatro musical y hasta en Eurovisión. “Soy antigua ya”, nos comentó entre risas en su anterior visita al Arriaga, al analizar una carrera que ha superado ya las tres décadas y que tiene picos en sus colaboraciones con Kepa Junkera o con el maestro Ennio Morricone, con quien compartió escenario en el BEC.

Dulce, artista inquieta y heterogénea, no le tiene miedo a la mezcla de géneros, tal como evidencia el repertorio de su disco más reciente, Perfil, editado el año pasado, en el que a la sonoridad del fado tradicional le ha unido arreglos de jazz y algunas incursiones en la música latina, entre las que destaca su versión del clásico Amapola.

La cantante ha coproducido sus últimas canciones con el célebre y virtuoso contrabajista cubano Yelsy Heredia, que le acompañará en el repaso a antiguos éxitos como Canção do mar, Amor a Portugal, Bailados do minho o ese O primeiro canto dedicado a Jose Afonso.

“Lo que queda siempre es la ilusión de partida, de estar con la gente y compartir. Además, en la mayoría de estas tres décadas el público me ha dado lo suficiente para poder trabajar con libertad y hacer lo que me daba la gana. Y eso no deja de ser un milagro porque no tengo una gran discográfica detrás”, según Pontes.

Y Maren, hoy viernes

Maren

La joven vocalista euskaldun actuará esta tarde en el mismo escenario, a partir de las 20 horas y con entradas a 15 euros en el marco del ciclo Gertutik 2023. Repasará las canciones de su debut, Margaritas y Lavandas, editado en 2022 y cuyo pop indie alterna castellano, inglés y euskera, así como temas nuevos como Amaiera (Lo que espera).