Uxía, Martirio, Carmen París y Ugia Pedreira ‘Enredadas’ en Getxo Folk 2022

“Nos une la libertad, ya que ninguna se compre ni se vende, además de la osadía, la curiosidad y la defensa de la sororidad, el sentido del humor y la diversidad cultural y lingüística”, explica Uxía, la gran dama del folk galego. La velada se completará con el concierto gratuito de Gozategi en el Puerto Viejo de Algorta, a las 23.00 horas. El grupo euskaldun celebra su trigésimo aniversario este año.

¿Cómo surgió el proyecto y quién les enredó en él?

Este proyecto nace como un abrazo musical. La Diputación de A Coruña me retó a hacer un proyecto protagonizado por mujeres y pensé en un abrazo musical ibérico, en cuatro mujeres maduras, con experiencia y con peso en la tradición. Ya intuíamos que habría complicidad entre nosotras porque habíamos colaborado en algún momento y abordamos este oficio desde la honestidad y desde una constante revisión de la música tradicional y la experimentación.

¿Tenía visos de continuidad?

La idea era hacer un único concierto. Pero el enredo le gustó tanto al público y nos sentó tan bien que decidimos continuar y seguir liándola (risas).

¿Qué les une a todas, ya que interpretan estilos musicales dispares? ¿Quizás la libertad y la curiosidad?

La osadía, la curiosidad y también el hecho de personalizar y reinventar géneros como la copla, los alalás y la jota. Todas nosotras bebemos de la música de raíz y nos empeñamos en reinventarla, darle una vuelta y llevarla a nuestro terreno. A veces una buena sacudida viene bien, desde el humor, la garra, la creatividad y la fuerza. Y, lo más importante para nosotras: la libertad. Ninguna se compra ni se vende. Hay una verdad que creo que se visualiza en cada uno de nuestros trabajos y, desde luego, en este espectáculo tan especial.

¿Qué destacarían del arte de sus compañeras?

De Carmen París destaco la fuerza maña en la voz, una musicalidad y una versatilidad increíbles. La jota ganó una nueva dimensión con ella. Ugia Pedreira es una artista galega muy brillante, una intérprete con muchos recursos escénicos que redescubrió los cantos de ida y vuelta entre otros muchos trabajos interesantes como solista o como alma mater del grupo Marful. Y qué decir de la maestra Martirio, que tanto nos enseña cada día. Ella fue la pionera, la que abrió caminos, sin miedo, sin prejuicios y poniendo humor, pasión y conocimiento para revolucionar la copla y para recrear clásicos de la música ibérica que tan bien nos representan ahora.

Se le nota feliz.

Amo armar estos encuentros y dedico una parte muy importante de mi vida a impulsarlos porque me enriquece, aprendo de ellos y me hacen crecer como artista que mira al Atlántico, pero sin perder de vista nada de lo que sucede en cualquier lugar del mundo.

‘Enredadas’ plantea un puente entre varias músicas del Estado, un punto de encuentro y entendimiento entre diferentes ¿no creen?

Creemos en la necesidad de que esos lazos y ese puente sean firmes porque la diversidad cultural y lingüística es muy enriquecedora. Cuanto más nos conozcamos, más nos querremos. El respeto a la pluralidad es algo que cultivamos desde siempre y que este espectáculo materializa. También nos resulta inspirador el trabajo extraordinario de Eliseo Parra con Coetus o el de Kepa Junkera que se acercó a otros territorios ibéricos desde la admiración y el respeto para hacer fusión y crear una sonoridad muy interesante.

¿Cómo se estructura el concierto? Creo que cantan en solitario, en dúos y en cuarteto.

Hacemos duetos, cantamos en solitario algunos temas muy emblemáticos de nuestros respectivos repertorios y nos unimos como fin de fiesta. Hacemos muchas combinaciones y creo que todas son sorprendentes y nos dan mucho placer. Aquí el ego lo dejamos en casa porque en Enredadas nos admiramos y nos queremos. Es muy emocionante tener esa convicción y salir al escenario a mostrarlo a los cuatro vientos.

¿La unión hace la magia, además de la fuerza?

En este caso creemos que sí. Hay mucho poderío, de todos modos. Pero existe la magia y puede ser de todas, decía la poeta galega Xohana Torres.

Habrá habido también descubrimientos en esta puesta en común.

El sentido del humor, y cómo nos adaptamos al lenguaje musical de cada una de nosotras.

¿Podría tildarse el espectáculo de folk o canción tradicional actualizada?

Es folk personalizado y de nuestra autoría en muchos casos. Hay jota, por supuesto, y repertorio latinoamericano. Esta es una aventura femenina pero también hemos actuado junto a Eliseo Parra. Era invitado en un concierto que no se pudo celebrar por una tormenta de verano en Los Veranos de la Villa en el Patio del Conde Duque en Madrid. Nos hacía mucha ilusión porque es un referente para nosotras.

¿Habrá algún invitado o invitada especial en Getxo Folk? Incorporar alguna voz vasca habría estado bien, es algo muy habitual en Getxo Folk.

En nuestro caso ya se dan las colaboraciones, son algo intrínseco al proyecto. Pero habrá alguna sorpresa en el repertorio…Y no contamos más…

Tras varios años de conciertos puntuales, ¿cómo ha ido cambiando o creciendo el proyecto? ¿En qué punto de cocción está?

El proyecto va creciendo, vamos modificándolo y añadiendo algo nuevo. Creemos que está en un momento de búsqueda permanente, de perfeccionamiento y de mucho placer y emoción en el escenario.

Sé que suena ‘Yo vengo a ofrecer mi corazón’, de Fito Páez. ¿Qué más podremos escuchar, me pueden adelantar algunas de las joyas que sonarán?

Hay repertorio autoral, tradicional y alguna incursión, como la canción que citas, en la música latinoamericana. Y hasta aquí puedo leer…

Además de pasión, ¿hay también reivindicación en esta unión femenina?

Creemos en la sororidad, en lo que nos aportamos y amparamos las mujeres. También pensamos que esta unión es una manera de visibilizar y poner en valor nuestro trabajo y el de nuestras compañeras de la música, como hemos hecho en alguna ocasión donde invitamos a artistas de la lusofonía en Pontevedra.

¿Qué papel juegan los dos instrumentistas que les acompañan?

Vamos con dos músicos extraordinarios que son el soporte armónico y melódico de Enredadas y que aportan todo su bagaje, experiencia y prestigio. Marcos Teira formó parte del grupo Marful y tiene su proyecto personal y sus discos, lo mismo que Sérgio Tannus, un brasilego (mezcla humorística de brasileño y galego) multi-instrumentista que toca guitarra, cavaquiño y viola caipira. Lleva más de doce años acompañándome, y siendo músico o productor de otros proyectos, aunque en Getxo no podrá estar y contaremos con Mauricio Caruso, otro brasileiro inmenso y muy ecléctico que nos arropará en esta ocasión. La preciosa escenografía es de Carlos Alonso y la iluminación y el sonido, de dos magos: Alberto Casas y Arturo Vaquero.