La tecnología por si sola no nos va a ayudar a enseñar mejor. Por muy buenas zapatillas que te pongas para correr, si no hay entrenamiento, si no conoces cual es tu disciplina olímpica en la que tienes que participar y no sabes ni lo que es una carrera, no vas a poder competir. Con la tecnología ocurre algo parecido. Hemos llenado las aulas de ordenadores, tablets o lo que se nos ocurra que se enchufa a la corriente. Pero como docentes no somos capaces de usar o interpretar los datos que todos estos sistemas nos pueden dar. ¿Qué alumno ha terminado primero en leer una lección y responder a las preguntas? ¿Cuál de las preguntas ha tardado más en ser respondida por toda la clase? ¿Por qué no cambiar de nivel a un alumno que el sistema detecta que va muy por encima o muy por debajo de los otros compañeros? El Biga Data y la Inteligencia Artificial tiene mucho que decir y van a resultar una ayuda increíble para enseñar a las generaciones del futuro, pero esto solo será una realidad si lo aplicamos de forma transversal, en todas las asignaturas y con el apoyo de todos los docentes.

Formarse en tecnología NO es adaptarse, es adoptar todas y cada una de las herramientas que pueden suponer una mejora en la calidad de la formación. Si somos capaces de ir con nuestro teléfono móvil a un país con otro idioma y poner el sistema de traducción simultanea para hablar con un taxista y llegar a nuestro destino sin saber ni una palabra del lenguaje de ese país, por qué no aplicamos eso mismo en las aulas. Los sistemas son capaces de interpretar si estamos pronunciando bien, grabar lo que decimos, comparar con patrones, avisar al profesor de cuáles son las palabras con las que tenemos más dificultades y proponer al docente caminos para mejorar todo eso. Pero primero que igual es la primera vez que oyes que nuestro teléfono es capaz de traducir o pronunciar o corregir nuestra pronunciación y segundo, que tú eres el profesor de idiomas, no el de tecnología y en tu clase esas cosas no son necesarias. La tecnología tiene que estar presente en la forma de enseñar matemáticas, historia, lenguas o cualquier asignatura que se te ocurra. Si no estás suficientemente formado estás haciendo perder una gran oportunidad a tus alumnos de entrar en una nueva dimensión de la formación. Adelante, no le tengas miedo a la tecnología.

@juandelaherran