En Karrantza se citaba el barro, que ya no lo es tanto por el efecto del viento sur, el cambio climático y la escasez de lluvia. El ciclocross no es lo que era, con la modalidad en una transición, donde los dorsales de Euskal Herria han perdido peso a la espera del relevo que aún no llega. Aitor Hernández, siempre él, veterano con 41 años, firmó una notable cuarta plaza en la localidad vizcaina, que recibió la prueba élite con sol y apenas recuerdo del barro. En la prueba, patrocinada por DEIA y valedera para la Copa de España de la especialidad, no hubo nadie mejor que Gonzalo Iguanzo, que resolvió la carrera con determinación desde la estampida inicial, la que invoca al esprint.

El cántabro se abrió paso de inmediato por el circuito y no tardó en observar la carrera a través del retrovisor. Por delante, las vistas eran excelentes. Limpias. Todo para él. Por detrás le persiguieron a distancia Raúl Mira y Mario Junquera, el líder de la competición. Con Iguanzo destacado, sin mayor amenaza que acarrear la silueta de su sombra, Junquera pudo con Mina. En féminas, la victoria, cómoda se la adjudicó Irene Trabazo por delante de Alicia González y la francesa Gwennig Le Dantec.

Por otra parte, en el Europeo de ciclocross disputado en Pontchâteau se impuso Michael Vanthourenhot. El belga revalidó el título. Detrás de él entró el británico Cameron Mason. Tercero fue el neerlandés Lars van der Haar. Felipe Orts fue noveno en un circuito apelmazado por la lluvia.