Amas, aitas y alumnado del colegio público Latiorro, en Laudio, protagonizaron ayer una tuperrada en las campas anexas al centro de enseñanza como muestra de protesta ante la falta de suficientes monitores para atender la demanda del servicio de comedor con las garantías de seguridad y distanciamiento requeridas a causa de la pandemia del covid-19. Esta escasez de personal ha obligado a reducir el número de plazas a prácticamente la mitad respecto a las disponibles en cursos anteriores lo que ha hecho que, de momento, se priorice la asistencia al jantoki del alumnado transportado o que recibe beca como comensal.

La quedada a las 13.00 horas para comer en plena calle se difundió a través de grupos de Wathsapp de padres y madres e inmediatamente fue secundada por la AMPA escolar. “Instamos al Gobierno vasco a que conceda los monitores suficientes para poder restablecer el normal servicio de comedor a la mayor brevedad posible”, explicaron dos miembros de la Junta Directiva al tiempo que criticaron la aplicación de medidas de seguridad para la prevención de contagios por covid-19 “sin facilitar las herramientas y el personal necesarios para poder hacerlas efectivas sin causar perjuicios”.

Es lo que ha ocurrido con el servicio de comedor escolar del colegio de Latiorro que en condiciones normales es utilizado habitualmente por más de 300 alumnos “a los que habría que sumar los que asisten de manera puntual algún día de la semana”, indicaron. Sin embargo, el número de monitores asignados para el cuidado de los dos turnos de jantoki y los respectivos periodos de patio respetando los denominados grupos burbuja ha resultado insuficiente para poder atender a todos los usuarios. De ahí, que el centro educativo se haya visto en la obligación de reducir las plazas a unos 150 o 160 comensales. “Sabemos que el colegio ha solicitado más monitores y que se han concedido, pero no han sido los suficientes. Ante esta situación, hemos reclamado que se instaure la jornada lectiva continua en horario de mañana, y también ha sido rechazada”, lamentaron los representantes de la AMPA.

Aunque desde la asociación de padres y madres entienden que el servicio de comedor se garantice al alumnado transportado y con beca, también quieren poner el foco en los problemas de conciliación familiar y laboral que está causando esta restricción. “Hay quienes no pueden venir a las 13.00 horas a recoger a sus hijos ni llevarlos a comer a casa. Tienen que pedir ese favor a amigos o a los abuelos, algo que claramente contradice las recomendaciones sanitarias. Y habrá quienes se vean en la necesidad de recurrir a un cuidador, con el gasto económico que eso supone”, explicaron.

La tuperrada realizada ayer es la primera iniciativa de protesta organizada por los afectados del colegio público Latiorro que no descartan más acciones si no llegan las soluciones.