- La red de saneamiento de Urdaibai dará un paso decisivo en breve. El Consorcio de Aguas de Busturialdea confía que la Agencia Vasca del Agua, URA, complete en breve las obras del tramo Gernika-Busturia, con lo que el proyecto estará casi culminado. En primavera podría darse por terminado un proceso iniciado hace ya varios años, con lo que podrían incorporarse las aguas fecales de una localidad clave como Gernika-Lumo -junto a otros municipios como Gautegiz-Arteaga y Kortezubi- a un sistema de colectores que culminan en la depuradora de Lamiaran, entre Mundaka y Bermeo.

Las obras, llevadas a cabo durante los últimos años por URA, podrían terminar "pronto", según fuentes del Consorcio de Aguas de Busturialdea. Adjudicadas por poco más de 17,1 millones de euros en el año 2017, las obras permitirían dar por zanjados los problemas de aparición de aguas fecales que suelen darse principalmente en verano en las playas de Urdaibai, aguas arribas de la depuradora de Gernika. La infraestructura, obsoleta para el correcto tratamiento de aguas, podría además ser cerrada esta mismo año. "Este proyecto forma parte del convenio de colaboración firmado por URA y el Consorcio de Aguas de Busturialdea para la ejecución de las infraestructuras que permitirán construir la red de saneamiento y la conexión de las aguas residuales a la EDAR de Lamiaran en Bermeo", según señalaron hace cinco años desde la entidad, dependiente del Gobierno vasco. En virtud de dicho convenio, URA aporta al proyecto "a lo largo de cinco años 49 millones de euros, que se suman a 35 millones invertidos por el Gobierno vasco en Urdaibai desde 2003. A su vez, el Consorcio de Aguas de Busturialdea se obliga a elaborar un Plan de Gestión que garantice la sostenibilidad técnica y económica de la gestión de las infraestructuras de saneamiento y depuración en Busturialdea, y evitar así la necesidad de recurrir en el futuro al auxilio de otras administraciones".

El tramo Gernika-Busturia es fundamental para el proyecto. "Comprendido entre la estación de bombeo de Gernika (situada en las instalaciones de la actual depuradora de la localidad) y la estación de bombeo de Busturia", su construcción permite "recoger los vertidos de saneamiento desde Gernika hasta Busturia, conectarlo con los tramos ya ejecutados, y derivar las aguas residuales (tanto de la margen izquierda como de parte de la margen derecha) hasta la estación depuradora de Lamiaran para su debido tratamiento previo al vertido al mar". La obra implica la construcción de 6,5 kilómetros de colector (la mayoría por gravedad, si bien casi dos kilómetros requerirán la impulsión de los caudales), 2,5 kilómetros de conducciones para incorporar aguas residuales de barrios de Gambe y Murueta al colector, y la construcción de cuatro bombeos que permitan la incorporación de los vertidos al sistema", según señalaron.

Con esta actuación, "se completarán los tramos de la red de saneamiento entre Gernika y la EDAR de Lamiaran de manera que los vertidos de Gernika, Gautegiz-Arteaga, Kortezubi y del resto de las poblaciones de la margen izquierda de la ría de Mundaka puedan derivarse por fin a la EDAR, situada en Bermeo, para su correcto tratamiento", evidenciaron. La pieza clave del sistema, la estación de bombeo de Sukarrieta -ubicada en el parque la Marisma-, lleva en funcionamiento desde octubre de 2018. Acometida por URA, contó con un coste de 12,4 millones de euros para permitir bombear una parte importante de las aguas residuales de la margen izquierda de la ría (los vertidos de Busturia, Sukarrieta y del camping de Portuondo de Mundaka) hasta la depuradora de Lamiaran, lo que influyó notablemente en la mejora del estado de las aguas. Próximamente hará lo propio con las aguas fecales de Gernika, Gautegiz-Arteaga y Kortezubi.

Colector. La obra consiste en la ejecución del colector de la margen izquierda en el tramo entre la estación de bombeo de Gernika y la estación de bombeo de Busturia.

Longitud. Implica la construcción de 6,5 kilómetros de colector, y 2,5 kilómetros de conducciones.

17,1

millones de euros ha sido el coste de las obras, sufragadas por la Agencia Vasca del Agua.