El túnel de Herreros que conecta Bizkaia con Cantabria por las entrañas del alto de Las Muñecas está cargado de pasado y podría estarlo de futuro si las administraciones públicas de una y otra boca de este ingenio del transporte ferroviario decimonónico escucharan las demandas de la sociedad civil a uno y otro lado de la muga que se han unido para prolongar la vida transfronteriza del túnel como elemento tractor del ecoturismo. Alen Elkartea en Sopuerta, el grupo espeleológico Graes, el Museo de la Minería del País Vasco, la Escuela Taller del Ayuntamiento de Castro Urdiales y el propio plenario de esta localidad del oriente cántabro ya han encendido la caldera que ha de mover la máquina de la recuperación y la puesta en valor de los casi 2 kilómetros del túnel Herreros.

La última palada de combustible la acaba de dar el Consistorio castreño que ha contratado la elaboración de un informe sobre el estado actual del túnel y la valoración económica de las actuaciones que serían necesarias para poder abrir el túnel de Herreros. Este trabajo se ha adjudicado a la empresa Sociedad Asturiana de Diversificación Minera S.A. que el pasado día 10, junto a miembros de Graes, recorrió la caverna desde el lado soportano. Según señalaron los técnicos, a los que acompañó el concejal castreño Alejandro Fernández, "el estado del túnel no es malo. Hay una pequeña zona con algún desprendimiento puntual que habrá que analizar bien en el estudio geotécnico, pero en general el estado es bueno. La traza del túnel tampoco está en mal estado, siendo la base de la antigua vía férrea", indicaron.

Tras esta visita, la empresa redactará el informe y lo que es de vital importancia, elaborará una estimación económica del coste de abril el túnel. Para el equipo de gobierno de Castro Urdiales, la apertura de este túnel "es de vital importancia para la comunicación peatonal y ciclista con Bizkaia. Se sumaría a las existentes por la ruta de la costa a través de la vía verde del Piquillo, entre Ontón y Kobarón, y la ruta de interior a través del antiguo trazado de ferrocarril minero Castro-Alén, permitiendo además unir las vías verdes entre si en territorio vizcaíno", explicaron.

Ecoturismo

Para los promotores civiles del empeño, como Alen Elkartea, se trata de una inversión que "tendría su retorno en una oferta turística enfocada en el turismo de naturaleza, deportivo y cultural entre ambas comunidades y culminaría la rehabilitación del trazado Traslaviña-Castro y el entorno de la mina Catalina". Además, remarcan en Cantabria, "se recuperaría un patrimonio minero de mucho interés" tal como pusieron de manifiesto los estudios realizados en 2008 y 2009 por el equipo de la Escuela Taller castreña dirigida por Juantxu Bazán. "La inversión se prevé importante y deberá contar con el apoyo del Gobierno de Cantabria y Euskadi "e incluso de otras administraciones", avanzan.