ERA una voz de alarma, silenciosa, pero era una voz de alerta. La asociación de vecinos de San Bartolomé y Auzotarrok Leioa la escucharon y así lo trasladaron: “El tronco que se encuentra en la campa debajo de la urbanización Luberri necesita ser restaurado una vez más para que no se deteriore, ya que aparte de ser un elemento decorativo, forma parte de la memoria de ese terreno”. Así que ayer por la mañana, un puñado de vecinos de este barrio de Leioa se puso manos a la obra, con la brocha firme, con colores alegres de pintura, para tratar de curar las heridas a este tronco testigo de la vida desde el parque Altzagaondo.

“Hace tiempo, esta zona no era un parque, era toda una campa llena de zarzas, malezas y con algún árbol. Este -al que pertenecía el tronco- era gigante y al hacer el parque dejaron esta parte como recuerdo. Vieron que tenían que quitar el árbol, porque tal y como estaba no podía seguir, y dejaron el tronco como decoración. Lo pintaron en principio, de rojo, y quedó muy bonito. Fue también una iniciativa espontánea, parece ser de una vecina que estudiaba Bellas Artes”, describe Elena, miembro de la asociación de vecinos de San Bartolomé.

Y desde entonces, el tronco de ese árbol gigante reposa tumbado sobre el verde, pero claro, lo hace a la intemperie, soportando la lluvia, el viento... “Al cabo de unos cuantos años, empezó a deteriorarse? Se pidió al Ayuntamiento que lo pintase y creo que hace un par de años lo hizo: lo repintó de colorines. Pero no le hicieron ni tratamiento ni nada y ahora está todo podrido. Entonces, a través de la asociación de vecinos y de Auzotarrok decidimos que íbamos a pintar nosotros el árbol”, explica Elena. “Le pedimos al Ayuntamiento que lo repintase y nos dijo que sí; que nos ponía en la lista y que tendríamos que esperar porque había otras obras por hacer, así que podía pasar un año, dos?”, añade esta integrante del colectivo vecinal. Es por eso que ayer sobre las 11.00 horas unos cuantos leioaztarras comenzaron a insuflar vida al tronco con los materiales proporcionados por el Consistorio. “Le estamos dando barniz, imprimación? para que aguante el mayor tiempo posible”, precisó Ainhoa, otra de las voluntarias participantes en esta acción que también buscaba unir más un barrio que de por sí tiene su movimiento, sobre todo a través de las dos agrupaciones promotoras del pintado del tronco. Auzotarrok es la responsable de las actividades culturales del barrio, mientras que la asociación de vecinos es la que está en contacto con el Ayuntamiento para temas de índole urbanística.