La vida de la persona creativa está muy marcada por la confianza. Confiar en uno mismo y en el trabajo que hace –junto al talento– es necesario para brillar y tratar de superarse cada día. Cuando uno da sus primeros pasos, adquirir esa confianza es uno de los procesos más importantes y en el marco de la formación en Bachillerato Artístico que recibe en el Instituto Beurko de Barakaldo, la joven Eva Vilela tomó parte en el concurso Art Gallery Nika de Málaga, un certamen internacional de pintura y dibujo dirigido a jóvenes valores que en esta edición fue un homenaje al pintor ucraniano Kazimir Malévich en el 90º aniversario de su muerte.

La experiencia no ha podido ser mejor porque, además de servir para que Eva siga avanzando y cogiendo experiencia, la estudiante barakaldarra logró un brillante segundo puesto con su proyecto Emergencia de la Forma. “Ha sido una experiencia muy bonita que creo que me va a servir para ganar en confianza. Al principio fue todo un poco raro porque no estaba acostumbrada a amoldarme a unos requisitos tan estrictos como los que tenía este certamen”, señaló Eva, quien ya había ganado en otro.

Así, pese a no ser de su estilo el tipo de trabajo, se amoldó y dio vida a un proyecto. “Sabía que había hecho un buen trabajo y que eso me podía llevar a estar en la final, pero fue toda una sorpresa quedar segunda”, apunta esta joven, también dantzari del grupo Erreka Ortu.

Esta experiencia tiene aspectos mucho más importantes para la futura carrera artística de Eva. “Desde que me presenté a este certamen sí es cierto que he perdido esa vergüenza o timidez a la hora de presentar y mostrar mis trabajos. Lo cierto es que estoy muy emocionada por este segundo puesto”, reconoce Eva, quien acaba de terminar primero de Bachillerato Artístico. Por el momento, en un futuro se ve como restauradora.

La principal barrera es la vergüenza

“Que se quiten la vergüenza, la timidez es importantísimo porque muchas veces es la principal barrera que tienen los jóvenes que quieren dedicarse al mundo del arte. Hay veces que no son capaces de mostrar sus trabajos a sus propios compañeros. Uno de los objetivos es que vayan perdiendo esa vergüenza y que sepan diferenciar la crítica de la obra de lo personal”, explica Roberto Martínez, profesor de Eva.

La condición para poder presentar su proyecto al certamen era que, basándose en el Cuadrado negro sobre fondo blanco que realizó Kazimir Malévich en 1915, crear una obra de arte. Eva apostó por incorporar varias formas geométricas y darle a su obra “un estilo Área 51 americano o Roswell y para ello hice una simplificación de unas montañas y unos ovnis con cuadrados y triángulos. Tenía muy claro cómo quería plantear la obra, pero el dominio del espacio me costó porque no quería que el peso recayese en el centro de la obra y tenía que adaptarlo todo para que, pese a todo, la proporción y la distancia entre los puntos estuviese equilibrada”, ilustra Eva.

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En el proceso de crear su propuesta tuvo momentos de duda, pero, finalmente, el resultado ha sido más que notable tal y como demuestra el haber logrado el segundo puesto del certamen en la categoría dirigida a jóvenes de entre 16 y 17 años.

Lo más importante de todo es que he aprendido a adaptarme a los requisitos que te puedan solicitar, he ganado en confianza y que sigo progresando y aprendiendo”, concluye Eva, la joven barakaldarra creadora de esta obra de arte.