"Por primera vez vivo el Último Lunes de Gernika dentro de un puesto"
Pete Ezkerra ha estado toda su vida disfrutando de este mercado como cliente, pero este año se estrena como productor
A las 9.00 horas los puestos del Último Lunes de Gernika ya estaban funcionando a toda máquina, vendiendo a los más madrugadores sus productos. No han sido pocos los que se han acercado desde primera hora, con el fin de evitar "la muchedumbre de después". "Hay que aprovechar a comprar ahora que no hay tanta gente, es algo que aprendes con el tiempo", señalaba Juani Gomera, que lleva muchos años acercándose al Último Lunes de Gernika.
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Los productores tras los 241 puestos se mueven con la clientela como si hubieran nacido para ello, reciben dos preguntas por segundo, sobre precios, procedencia y son capaces de solventar casi a la vez todas las dudas.
Primer Último Lunes en un puesto
Sin embargo, también hay quien se encuentra un poco menos 'cómodo' tras el mostrador por ser su primer día como vendedor en el Último Lunes de Gernika. Es el caso de Pete Ezkerra, que está viviendo por primera vez el mercado detrás de un puesto. "Llevo toda la vida viniendo a comprar y este año estoy como productor vendiendo mi producto, es una especie de sueño cumplido que cojo con mucha ilusión", explicaba tras atender a los primeros clientes.
Vende ajo negro ecológico a través de Daonas, una empresa de nueva creación. Lleva 20 años como productor, pero nunca se había planteado vender y ha decidido hacerlo a lo grande. "Es un producto novedoso, ecológico que surge tras un proceso de fermentación dándole temperatura y humedad al ajo morado hasta que agarra ese sabor", explica.
Pete poder dar a conocer más su producto con este mercado y animarse a otros en un futuro porque son "una oportunidad excepcional". Y confía en un futuro moverse por el mercado y con la clientela como lo hacen el resto de productores. "Eso sería una muy buena señal", afirma.