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“Areatza es un pueblo acogedor y abierto”

“Areatza es un pueblo acogedor y abierto”

Areatza - A pesar de ser una localidad pequeña, Areatza, en sus inicios Villaro, ha tenido importancia desde su creación. Fundada por María Díaz de Haro en torno al camino que pasaba por el actual puerto de Barazar y por el cual circulaban mercancías hacia la costa, esta villa, que conserva un casco urbano de estructura medieval, ha sabido adaptarse a los cambios, llegando incluso a ser un destino turístico por sus aguas termales. El vecino de Areatza, Mikel Urriz, animador sociocultural del Ayuntamiento y guía turístico ocasional, cuenta la evolución de la villa y algunos de sus secretos.

Areatza es un pueblo con una rica historia.

-Ha tenido su importancia. Nace como villa en 1338, de la mano de María Díaz de Haro, de ahí el nombre de Villaro. Seguramente, la funda aconsejada por otros, para controlar el camino que pasaba por el actual puerto de Barazar y que por aquel entonces no estaba controlado, a pesar de circular por allí mercancías.

Nace por tanto debido a una razón de control.

-Yo diría que de control económico, sí. Todas esas mercancías pasaban por allí sin que tuvieran control sobre ellas, por lo que le aconsejan la fundación de una villa al borde de ese camino. Como en otros muchos lugares, la excusa para crear villas era que protegían determinadas cuestiones, en este caso, aquel género que se transportaba hacia la costa o de allí hacia la meseta. Pero claro, la intención era cargarlo con aranceles.

Entonces tenía su importancia.

-Hay varias etapas que marcan la historia de Areatza. Su fundación por ese camino la dota de cierta importancia, claro. Después, en el siglo XVI, se produce una bonanza generalizada, lo cual hace que en Areatza se creen varias fundiciones y unas 14 herrerías que fabricaban sobre todo clavos y herraduras. Eso genera mucha riqueza y se producen los primeros ensanches de la villa original.

Más adelante, se buscaron otras alternativas. ¿Cómo se hizo?

-Es cierto. En el siglo XIX, se crea un nuevo camino real y se evita el paso por la entonces Villaro. Además, las aduanas van perdiendo importancia. De alguna forma, la villa debía reinventarse y lo hizo. Por un lado, ayuda la llegada del Tranvía de Arratia. Además, lo que plantean los notables de aquel momento, es que el centro de la villa debe trasladarse al borde de ese nuevo camino, buscando crear hospedajes, pequeñas tiendas, etc.

¿Y en cuanto al turismo?

-Ese es el otro lado. Por aquel entonces, se empieza a dar importancia al turismo termal. Sobre todo las oligarquías han puesto de moda ese turismo. Areatza aprovecha eso, ya que contaba con aguas sulfurosas y se decía que los aires del Gorbea eran buenos, por ejemplo para la tuberculosis. Esto hizo que empezara a llegar gente de fuera y el municipio fuera también un lugar de vacaciones para la pequeña burguesía de Bilbao y del valle de Ayala. Aquí pasaban las temporadas de verano y debían correrse sus grandes juergas en los hostales y posadas que surgieron en torno a ese nuevo camino real. Eso le da mucha vida, reinventando su papel de controlador de mercancías, a ser lugar de hospedaje y servicios terciarios.

Su población también crecería...

-De 1957 a 1963, Areatza pasa de los 800 habitantes a los 1.600. En esa época llega mucha gente de otras partes del Estado, sobre todo por la creación del pantano de Undurraga, en Zeanuri. Eso influyó en el pueblo, porque surgieron enfrentamientos y el euskera pasó casi a ser residual en las calles del pueblo. No obstante, eso también ha marcado parte de la historia de Areatza, en donde creo que esa posible fractura social, ha sido menor que en otros sitios. Creo que somos un pueblo acogedor y abierto.

El actual edificio consistorial tiene una historia curiosa.

-Bueno, podría decirse que sí. Ha albergado un poco de todo. Allí estuvo la escuela, el veterinario e incluso el cuartel de la Guardia Civil.

¿Qué tiene de especial su casco urbano?

-Sobre todo la estructura medieval que conserva en torno a dos calles: Bekokalea y Goikokalea.

Areatza sigue siendo villa.

-Sí, y hay quien aún la llama Villaro, por la historia.

Lo mejor de este pueblo es...

-Sin duda, y a pesar de que suene a tópico, su gente.

Animador Sociocultural y Guía Turístico de Areatza