Ugao-Miraballes - A 300 metros de altitud y a más de tres kilómetros de distancia del casco urbano. En una explanada circular rodeada de arbolado y frente a un caserío datado en 1580 con dos pequeños anexos. Es el punto exacto del barrio rural de Udiarraga del término municipal de Ugao-Miraballes donde han sido hallados los restos del Santuario Mariano levantado en el siglo XV para adorar a la patrona de la villa.
El descubrimiento es el resultado de algo más de dos semanas de excavación -impulsada por la cofradía de la Virgen de Udiarraga y apoyada por el Ayuntamiento con 5.200 euros de subvención- pero, sobre todo, de cuatro años de empeño e investigación. “Todo indicaba que lo que pensábamos que era el templo primigenio estaba en esta zona pero no teníamos la certeza del lugar exacto. Un 4 de noviembre de 2010 vine aquí con dos vecinos de más de 70 años, Pedro Aierdi y Pedro Solaun, que tenían una huerta y me señalaron con pasos las zonas donde el arado se les trababa. En ese momento, todo cuadró para mí y me empeñé en que se realizara un estudio arqueológico”, relató ayer sobre el terreno, Iñaki García Uribe, miembro de la cofradía.
El convencimiento era prácticamente absoluto y la ilusión enorme, pero la tramitación de permisos y, sobre todo, la obtención de ayuda económica para realizar el trabajo de campo fueron duros inconvenientes que salvar. Tras la larga y paciente espera, la excavación empezó a materializarse el pasado 16 de septiembre, “justo un día después de terminar las fiestas patronales”, y gracias a un georradar y la inestimable ayuda de las arqueólogas Mari José Sagarduy y Beatriz Herreras, los resultados no tardaron en llegar.
Restos visibles y tesis
Lo que ahora se puede observar sobre un solar antes tomado por el verdor de la hierba es una incompleta estructura de cimentación adosada al suelo de veinte metros de largo y diez metros de ancho cuyos muros alcanzan, en algunas partes, los 1,40 metros de grosor.
La ermita fue erigida en una zona en depresión y el altar se localiza en la parte más baja del terreno pero, más allá de lo que el ojo puede ver y percibir, lo más importante es lo que cuentan las piedras y las tesis e interpretaciones que ya han lanzado los expertos Juanjo Hidalgo, Alberto Santana, Iñaki García Camino y Michel Unzueta. “Sabemos que el santuario no tuvo bóveda, puesto que se han encontrado agujeros que son enganches de postes gigantes. Eso indica que el techo podría ser a dos aguas como los caseríos que se empezaron a construir en ese siglo”, desvela García Uribe.
Sin embargo, lo más sorprendente que ha surgido de la investigación es que los restos hallados corresponderían al segundo templo levantado en honor a la Virgen de Udiarraga y no al primero como se pensaba. Todos los expertos coinciden en afirmar que hubo uno anterior “que albergó la talla de la Virgen fechada en el siglo XIV, la más antigua de toda Bizkaia y que hoy en día está en la iglesia del casco urbano”.
Sin embargo, esa ermita “empezó a recibir a numerosos peregrinos, desde Orduña a Zaratamo, se quedó pequeña y se decidió levantar otra unos metros más adelante”.
La teoría que se baraja como más factible es que los restos de esa construcción religiosa original podrían estar debajo del caserío de fachada azul que se encuentra a pocos metros de la excavación. “Al final es cuestión de aplicar la lógica ya que, por ahora, no hay más datos”, reconoce Iñaki.
Todo hace pensar que la pequeña ermita fue derruida al terminar el Santuario Mariano y en su lugar, en torno a 1580, se construyó un caserío “para alojar y dar de comer a los peregrinos”. Unas décadas después se añadió a la derecha una segunda estructura de piedra “que actuaría como cuadra y a la izquierda otra para albergar el horno de pan que hoy en día todavía existe”.
Son hipótesis que han ido encajando “como piezas de un puzle” a medida que avanzaba la excavación y que han dejado al descubierto, además de los restos de uno de los templos de la Virgen de Udiarraga, una parte de la historia y el pasado de la villa hasta ahora desconocidos. “A partir de ahora lo que queremos es ponerlo en valor” y la primera ocasión para ello será la visita guiada programada para el próximo 19 de octubre.