El muelle de Marzana no podría acoger más bares de los que ya tiene al haber alcanzado el límite de licencias hosteleras establecido en la normativa vigente. Concretamente, cuenta con 10 permisos activos –dos de ellos pertenecientes al subgrupo de restaurante sin barra– entre el puente de San Antón y el de la Ribera, en la margen izquierda de la ría. Se trata de una zona que está en el foco debido a las movilizaciones que han protagonizado los vecinos, que el pasado verano desplegaron pancartas en sus ventanas para protestar por el ruido que generan los bares. Durante este año, hasta agosto, la Policía Municipal ha recibido cuatro quejas relativas a la zona y ha tramitado diez sanciones por incumplimiento de la normativa a las terrazas.

Según recordó en el último pleno Asier Abaunza, concejal de Planificación Urbana, Proyectos Estratégicos y Espacio Urbano, el muelle de Marzana está incluido dentro del Plan Especial de Rehabilitación (PER), del Casco Viejo de Bilbao, que fue aprobado definitivamente en 2022. Dicha normativa especifica una delimitación de cinco zonas y establece varios espacios singulares entre los que se incluye el muelle de Marzana, a pesar de no estar, técnicamente, en las Siete Calles. De esa manera, el texto asevera que en los locales “con fachada al acceso al muelle”, se admiten “10 establecimientos del Grupo II, comprendidos los ya existentes tanto de este Grupo, como del III”. 

Dos de las licencias del muelle de Marzana corresponden a restaurantes sin barra. Oskar Gonzalez

En ese sentido, fuentes municipales detallan que actualmente hay vigentes 10 licencias hosteleras: 8 de grupo II y 2 de subgrupo II-R (restaurante sin barra). Además, añaden que en caso de que una de estas licencias caducara no sería posible implantar un establecimiento del grupo III, correspondientes a locales susceptibles de ocasionar molestias considerables, especialmente por ruidos, ya sean pubs, cafés-teatro o discotecas. No obstante, alegan que la normativa hace referencia a este grupo porque en el pasado sí hubo un local de este tipo cuya licencia caducó.

QUEJAS Y MULTAS

A pesar de que no hay bares con licencias que permitan la apertura hasta altas horas de la madrugada, el ruido de las terrazas de la zona es lo que más quejas está motivando. Según una respuesta a una pregunta de Elkarrekin Bilbao, la Policía Municipal gestionó 14 quejas en 2023; 3 en 2024; y 4 en 2025. Asimismo, las inspecciones llevadas a cabo por los agentes locales han dado como resultado varias sanciones a los dueños de los locales. En 2023 se tramitaron 12; en 2024, 14; y en 2025, 10. La mayoría de las multas (15) se han tramitado porque el establecimiento tenía un equipo musical no autorizado. Además, entre otros, se han puesto 7 por incumplir el horario de inicio o de cierre de la terraza, 2 por colocar la terraza de forma diferente a la autorizada y 2 por no retirar el mobiliario tras concluir su horario de cierre.

ORDENANZA DE TERRAZAS

Precisamente ahora el Ayuntamiento de Bilbao está inmerso en la redacción de una ordenanza de terrazas para regular estas instalaciones complementarias de la hostelería. El borrador, presentado en diciembre de 2024, partía de la premisa de recortar media hora el horario de las terrazas y prohibir las estufas de gas, abriendo la posibilidad de debate para acomodar los diferentes intereses de asociaciones de vecinos, hosteleros y comerciantes. Además, proponía fijar una estética uniforme para las terrazas o que hubiera unos criterios concretos en cuanto a distancias para garantizar los itinerarios peatonales. Concretamente, la instalación deberá garantizar “un itinerario permanente de dos metros mínimos de anchura con respecto de la fachada, libre de obstáculos”. Este mínimo se regulará en función del ancho de la acera, de forma que en aquellas de más de 6,3 metros se mantendrá un itinerario mínimo de 3,5 metros.

Además, ese esbozo prevé que cuando los locales cuenten con toldos y sombrillas, deberán dejar una distancia entre ambos elementos para que no se formen “túneles”. Específicamente en relación a las terrazas del muelle de Marzana, el PP defendió durante el pleno de la semana pasada la idoneidad de replicar el proyecto piloto de ecoterrazas sostenibles que Valencia ha dispuesto en Russafa, uno de los barrios con más hostelería. La propuesta no salió adelante, sin embargo, sirvió para que Abaunza anunciara que este mes de octubre se iniciará la tramitación administrativa de la citada ordenanza de terrazas. 

SONÓMETRO

Por de pronto, entre los meses de junio y julio el Ayuntamiento de Bilbao colocó temporalmente –durante 30 días– un sonómetro en la zona con el fin de recopilar información “en el marco de los trabajos de análisis del ruido de ocio que realiza la dirección de Sostenibilidad”. Según exponen, en función de los resultados de este análisis, así como de otras mediciones temporales realizadas en otros puntos de la villa –donde hay 65 sonómetros activos–, así como la disponibilidad de equipos y de los criterios técnicos, “se realizará la identificación de las necesidades del conjunto de la villa y se valorará la instalación de un sonómetro en dicho entorno”.