El Ayuntamiento de Bilbao no quiere esperar más para intervenir en la calle Autonomía. Aunque el futuro desarrollo de esta céntrica arteria está condicionado por otras operaciones urbanísticas, los vecinos de la zona comenzarán a disfrutar de la mejora de la vía próximamente. En concreto, el Consistorio abordará una actuación que comenzará por el tramo que discurre entre la Plaza de La Casilla y la Plaza Calixto Díez. Se trata de una primera fase que abarca 185 metros de longitud y está enmarcada un proyecto de mayor calado que abarcará toda la calle hasta Zabalburu. Está previsto que se amplíen las aceras y se creen nuevas zonas estanciales y espacios verdes. “El objetivo es reducir la velocidad del tráfico y ganar espacio para los peatones”, ha reconocido este miércoles Kepa Odriozola, concejal de Obras Públicas y Servicios.
Aquejada de gran volumen de tráfico debido a una carretera general que cruza la ciudad, Autonomía tiene fama de entorno poco amable para el ciudadano. “Bilbao tiene una deuda pendiente con esta calle y vamos a comenzar a saldarla”, ha aseverado al respecto el edil, quien ha considerado que se trata de una “obra importante” por varias cuestiones. “En primer lugar por ser parte de Auzokide Plana, que es una de las herramientas más potentes para canalizar la participación ciudadana”, ha apuntado Odriozola, antes de destacar que ha sido una intervención priorizada por los vecinos del distrito 7. Para esta actuación se han reservado 1.075.783,74 euros (IVA incluido) dentro de los presupuestos del presente ejercicio.
El concejal de Obras y Servicios ha recordado que la obra tendrá un carácter provisional. “No se puede comenzar una actuación con carácter definitivo en esta calle hasta que se cierre el Anillo Tranviario. Es una cuestión que no depende de nosotros y viene condicionada por el desarrollo de la futura estación de Abando”, ha expuesto. “Con la obra lograremos extender la transformación de la calle Sabino Arana y María Díaz de Haro hacia el centro de Bilbao, hacia un entorno que, en concreto, sabemos que gozará de un gran protagonismo cuando se aborde la obra de un gran equipamiento como es La Casilla”, ha añadido el edil. En ese sentido, teniendo en cuenta que la licitación para transformar el polideportivo que quedó desierta, Odriozola ha aseverado que el proyecto “sigue siendo una apuesta” para el equipo de gobierno.
Esta primera fase de la intervención de Autonomía pasará por junta de gobierno la semana que viene y, por lo tanto, es previsible que salga a licitación en los próximos días. Según estiman desde el Ayuntamiento, la duración de las obras será de unos cinco meses y es previsible que pueda comenzar tras este verano, por lo que los vecinos podrían estrenar los nuevos espacios a comienzos del próximo año. “Tiene su parte experimental”, ha reconocido Odriozola, quien ha admitido que “si funciona bien, no es descartable que se pueda apostar por hacer otra manzana o pastilla”. De hecho, Iosu Madariaga, director de Obras Públicas, ha revelado que cuentan con el anteproyecto para toda la calle.
INSTALACIÓN DE PLATAFORMAS
Más concretamente, la intervención contempla la instalación de elementos a modo de plataformas, en la zona de vial y a la cota de acera, como una extensión de esta, ampliando de esta forma el espacio peatonal. Las plataformas serán de tipo parklet, es decir, tendrán distintos diseños y usos. A través de estas se crearán, por ejemplo, zonas estanciales y se incorporará vegetación a una calle sin apenas elementos verdes o naturales. También se prevé que tengan usos para la hostelería o que se amplíe el espacio de espera en las paradas de autobús, de tal forma que se podrán descongestionar las aceras. Aprovechando la intervención, además, se renovará la red de drenaje y alumbrado en aceras para ajustar estos servicios a la nueva distribución.
Según han avanzado, no está previsto que durante las obras se generen afecciones al tráfico. Desde el Consistorio han detallado que el ámbito total de la actuación tiene una superficie de 4.681,52 metros cuadrados. Este espacio se divide actualmente entre 1.404 metros cuadrados de zona peatonal y 3.278 metros cuadrados destinados al tráfico rodado –en total, son cinco carriles: tres en sentido Zabalburu, siendo uno un carril bus; y, otros dos sentido Basurto–. La actuación que ahora se plantea aumentará la zona destinada a los peatones hasta los 1.905 metros cuadrados. Con ello se busca redundar en un aumento de la calidad de vida de residentes, alumnado de los colegios del entorno... e incidir en la recuperación del dinamismo hostelero y comercial de la zona.