Con posturas categóricas en las que hay poco margen para la negociación, los trabajadores de Bilbobus y la empresa concesionaria volverán a reunirse hoy en un nuevo intento por resolver un conflicto laboral que está condicionando el día a día de miles de bilbainos. Esta vez será a instancias de Biobide, la adjudicataria del servicio, que responderá a la propuesta realizada por la parte social la semana pasada. El acercamiento se llevará a cabo, además, en un clima caldeado por la parcialidad del alcalde Juan Mari Aburto, que ha vuelto a ratificar públicamente su postura al declarar que “todos los años los trabajadores han tenido subidas por encima del IPC”. Porque, como es habitual en los litigios sindicales, la madre del cordero está en los incrementos salariales solicitados por los conductores y contenidos por la UTE formada por Alsa y Transitia. Mientras tanto, los bilbainos –sobre todo los de los barrios altos– continúan pagando el pato, esperando a los servicios mínimos, recurriendo a los taxis y caminando trayectos extenuantes.

Tras varios encuentros infructuosos en los que no han conseguido acercar posiciones, no hay visos de que esta vez el desenlace sea diferente. El comité de empresa liderado ahora por ELA –después de que la mayoría social rechazara el preacuerdo alcanzado bajo la presidencia de UGT– da por hecho que la situación está anquilosada y, sin embargo, no da su brazo a torcer. La semana pasada, la asamblea de trabajadores decidió por mayoría continuar con la huelga indefinida iniciada el 9 de abril, durante todo el verano, de lunes a viernes. Es más, lanzó otro órdago: habrá paros de 24 horas en todos los días de Aste Nagusia, incluidos los fines de semana. Así, una de las condiciones sine qua non con la que abordan la reunión de hoy es la no aceptación “de ninguna propuesta que no suponga un aumento del IPC”.

De hecho, esa es la línea roja marcada a fuego por el sindicato ELA, ya que sus antecesores en la presidencia del comité empresarial avalaron un preacuerdo con una vigencia temporal hasta 2027, con un incremento salarial en 2025, 2026 y 2027 referenciado a la subida que tengan esos años los empleados de la administración. La central nacionalista, sin embargo, consideró que este convenio no recogía “incrementos salariales en función del IPC anual” y este argumento convenció al 53,5% de los trabajadores que, finalmente, rechazaron firmar estas condiciones en una votación muy ajustada.

La postura de la empresa con respecto a los salarios de los trabajadores es meridianamente opuesta. Y no le duelen prendas para hablar de cifras concretas. Desde Biobide sostienen que en cada uno de los 14 años –de 2008 a 2021, hasta la fecha del último convenio– el salario de Bilbobus se ha incrementado en un 2,12% por encima del IPC. De hecho, aseguran que el sueldo líquido de un conductor medio –establecido en 14 años de antigüedad– es de 3.141 euros al mes, con pagas extras y pluses de nocturnidad. Asimismo, en relación al convenio de transportes de viajeros de Bizkaia, sostienen que los trabajadores del servicio bilbaino tienen un salario un 40% superior al del convenio territorial. “Son condiciones muy justas, muy dignas”, aseveró el viernes al respecto Aburto en declaraciones a Telebilbao, donde evidenció que el firme convencimiento de que así es hace que sean partidarios –tanto el Ayuntamiento como la empresa– de pedir un arbitraje al Gobierno vasco.

En ese sentido, los trabajadores censuraron ayer miércoles la “estrategia de difamación” del Consistorio y tildaron de “absolutamente incomprensible” que mientras “no haya movimiento alguno por la parte empresarial, el Ayuntamiento solo se pronuncie de forma mediática con el objetivo de desprestigiar a la plantilla”. De esa forma, sostienen que “mantener el poder adquisitivo es una condición esencial para la resolución del conflicto” e insisten en que “es imprescindible transformar los contratos precarios del 62% en contratos a tiempo completo”. Sobre este punto Biobide alega que se han “efectuado estas contrataciones de arreglo a las necesidades reales del transporte de personal de la plantilla” y aseveran que si bien estos contratos “han sido tradicionalmente a tiempo parcial y temporales”, “se obliga legalmente a que el contrato tenga naturaleza indefinida”.

Sabotajes

La reunión se llevará a cabo, además, después de que la empresa denunciara ayer que 24 de los 38 autobuses que deben ofrecer los servicios mínimos se encuentran parados por los sabotajes. “Entre otros incidentes destacan pinchazos de ruedas, lanzamientos de bombas fétidas en los pasillos de los vehículos, huevos y leche que obligan a retirar el autobús y sustituirlo por otro”, denunciaron en un comunicado en el que solicitaron al comité de empresa –que no se manifestó al respecto– que velara por el desempeño de los servicios mínimos. Según aseguran, los pocos autocares que siguen operativos durante los paros se incorporan a la circulación con dos horas de retraso.

No es la primera vez que se denuncian los sabotajes contra las unidades de Bilbobus. Durante el pleno de abril, cuando la huelga indefinida llevaba poco más de dos semanas en marcha, Nora Abete, concejal de Movilidad y Sostenibilidad, manifestó que se habían atacado 212 autocares con unos daños por valor de 118.417 euros. En la misma sesión, de hecho, el alcalde reveló que los perjuicios no se habían limitado a los autocares, sino que habían llegado hasta el portal de su comunidad de vecinos. Además, Aburto aprovechó su intervención para estimar que la propuesta de la concesionaria, “muy concreta y nada desdeñable”, debería “ser valorada por los trabajadores”.

En cualquier caso, en paralelo a las mesas de negociación entre trabajadores y empresa, el Ayuntamiento de Bilbao ha tomado su propio camino con respecto a la resolución del conflicto. Así, el 10 de mayo inició el procedimiento para rescindir el contrato que ata a Biobide a cumplir con la licitación que se concedió en 2019, con un montante de 500 millones de euros, para los siguientes diez años. Tras barajar diferentes salidas posibles, desde el Consistorio se ha optado por la “resolución por incumplimiento contractual no culpable”, lo que facilitará que la empresa no tenga que pagar una fianza de más de 20 millones de euros. Después de invalidar el contrato, el objetivo es volver a sacarlo a licitación y adjudicarlo en el menor tiempo posible.

El apunte

Y paro en el Ayuntamiento. ELA reafirma su convocatoria de paro para el día 12 de junio y llama a secundar ese paro a todo el personal del Ayuntamiento, interino y fijo, y anuncia que estudiará la convocatoria de más movilizaciones. Entre otras razones aduce la falta de acuerdos en la mesa de negociación pese a las múltiples propuestas de la parte sindical o la falta de respuesta del Ayuntamiento a reivindicaciones como la del Plan de Rejuvenecimiento de la Plantilla y la carrera profesional.