Bilbao Basket 95
Lleida 82
BILBAO BASKET: Jaworski (22), Petrasek (9), Pantzar (10), Sylla (8), Font (11) -cinco inicial- Normantas (6), Frey (7), De Castro (0), Krampelj (6), Hillard (9), Zecevic (0), Hlinason (7).
LLEIDA: Batemon (4), Walden (9), Ejim (2), Paulí (13), Krutwig (2) -cinco inicial- Agada (4), Zoriks (10), Goloman (2), Diagne (14), Sanz (0), Jiménez (16), Shurna (3), Llorente (3).
Parciales: 29-14, 53-31 (descanso), 77-58, 95-82.
Árbitros: Perea, Baena y Alcaraz. Sin eliminados.
Incidencias: II Memorial Oscar Solé disputado en el Pavelló Esportiú de Tàrrega.
El Surne Bilbao Basket logró en Tàrrega su tercer triunfo de la pretemporada tras superar con claridad al Hiopos Lleida. Jaume Ponsarnau, de vuelta a su localidad natal, no pudo contar de nuevo con Bassala Bagayoko y Stefan Lazarevic, aunque a cambio sí pudo jugar sus primeros minutos como hombre de negro Margiris Normantas.
El Bilbao Basket, buscando siempre un ajustado reparto de los minutos, mostró más intensidad desde el inicio, lo que le llevó a abrir ya una brecha importante en el primer cuarto gracias a un parcial de 10-0. Jaworski, con once puntos, fue el más destacado en este parcial. Los de Ponsarnau siguieron controlando el rebote y mostrando más acierto en ataque para abrir aún más ventaja al descanso. En el tercer cuarto, los bilbainos se pusieron treinta puntos por encima (67-37), lo que hizo espabilar al Lleida. Los catalanes anotaron cinco triples en apenas cuatro minutos y se metieron de lleno en el duelo en el último cuarto con un parcial de 10-29 y diez triples en la segunda parte. El Bilbao Basket pasó un bache y el Lleida llegó hasta un 85-76. Un par de triples de Hilliard y Petrasek pusieron fin a los apuros para amarrar el triunfo.
Ponsarnau acabó conforme con el partido porque “ha habido muchos minutos en los que hemos jugado bien y con acierto. Además, en la primera parte hemos defendido muy bien”. Entre lo negativo, el técnico del Bilbao Basket apuntó “lo lógico y es que según avanza el partido se nota que algunos jugadores no están en forma porque no les toca, ni existen los mecanismos para jugar juntos. Pero hay implicación y talento y cuando ellos se han acercado hemos estado sólidos. Ha sido positivo porque ya tocaba cambiar de marcha y porque lo que tenemos entre manos da para hacer las cosas bien”.