El PAOK Salónica remite a las más puras esencias del baloncesto griego: un estilo de juego aguerrido y unos aficionados a los que calificar de animosos se queda muy corto. El rival del Bilbao Basket en la final de la FIBA Europe Cup es de los clubes más clásicos del continente, habitual en las competiciones europeas desde su debut en 1960 en la tercera edición de la Copa de Europa, ahora Euroliga. Fundado en 1920, el PAOK lleva desde hace 65 años de forma ininterrumpida en la máxima categoría helena y vivió su máximo esplendor a principios de los 90 cuando la gran rivalidad del baloncesto heleno estaba en Salónica con el Aris de Gallis o Yannakis. El dinero acabó llevando el foco hacia Atenas con el Olympiacos y el Panathinaikos, pero en la segunda ciudad de Grecia ven en este torneo la oportunidad de reverdecer viejos laureles.
Se acaban de cumplir 34 años de su victoria en aquella polémica final de la Recopa ante el CAI Zaragoza en Ginebra, en la que sus aficionados provocaron varios incidentes. Al año siguiente, perdieron la final ante el Real Madrid. En 1994, ganaron la Copa Korac ante el Trieste a doble partido. Y en 1996, cayeron en Gasteiz ante el Tau en la final de la Recopa. Pedja Stojakovic, Efthimios Rentzias, Bane Prelevic o Panagiotis Fasoulas son nombres míticos de aquella década de un club que ha contado en sus filas con enormes jugadores y con varios conocidos por la afición vizcaína. En el PAOK Salónica jugaron, por ejemplo, Juanan Morales, Mark Simpson, Fred Weis, Drago Pasalic, Nikos Pappas, Kostas Vasileiadis, Georgios Bogris, Ioannis Athinaiou, Georgios Tsalmpouris, Adam Smith y Marvin Jones, ahora hombre de negro que militó en el PAOK en la temporada 2021-22.
Una cancha caliente
Los dirigentes del club griego no han dejado de arengar a sus aficionados y, por eso, el ambiente en el Palataki, como se conoce al PAOK Sports Arena, es algo que más que caliente y el Bilbao Basket quiere llegar allí con un buen resultado que pueda aplacar un poco la euforia de unos seguidores que ven de cerca de nuevo la oportunidad de ganar.
No obstante, el PAOK logró superar la semifinal ante el Cholet con un triunfo por la mínima en Francia y en algunos partidos en casa ha sufrido más de la cuenta. El italiano Massimo Cancelleri dirige a un equipo que ha mostrado carácter y que propone un juego alegre e imprevisible a ratos, impulsado por sus estadounidenses, que son la mitad de la plantilla, como en muchos equipos de esta competición.