La FIBA Europe Cup tiene una historia relativamente corta, apenas diez temporadas de existencia que son nueve si se descuenta la que se canceló por la pandemia. El Bilbao Basket y el PAOK Salónica pugnarán, por tanto, por ser el noveno campeón distinto de un torneo que sustituyó a la Eurochallenge cuando la FIBA remodeló sus competiciones y creó la Champions League. Sin embargo, la FIBA Europe Cup tiene un sabor añejo, ya que el trofeo, el objeto físico que levantará el capitán del equipo ganador, es una réplica actualizada del que se llevaba el campeón de la pionera Copa de Europa que nació a finales de la década de los 50 del siglo pasado por iniciativa, entre otros, de Borislav Stankovic y Raimundo Saporta.
Este trofeo es conocido como la Orejona del baloncesto, por su parecido con la copa que premia al ganador de la máxima competición del fútbol europeo. El Real Madrid tiene, por ejemplo, ocho ejemplares en sus vitrinas y el Bilbao Basket podría abrir su palmarés en la élite con un objeto vintage que han perseguido esta temporada cuarenta equipos a partir de la primera fase de grupos. Son los hombres de negro el primer equipo de la ACB que disputa la final de la FIBA Europe Cup, una competición que normalmente no era tomada en cuenta por los clubes de la Liga Endesa, aunque en la primera década de este siglo el Joventut y el Akasvayu Girona ganaron la Eurochallenge, que era un torneo de nivel similar.
Torneo abierto
La FIBA Europe Cup es el ecosistema propicio para la clase media-baja del baloncesto europeo, equipos a los que las principales competiciones les quedan fueran del alcance o les están vetadas directamente. La mayoría de las ligas locales están representadas, lo que da lugar a descubrir decenas de jugadores que de otra manera estarían fuera del radar. Pero los campeones y subcampeones han procedido de los países con más tradición y capacidad competitiva de Europa como Francia, Alemania, Italia, Turquía, Israel o Polonia. Por ejemplo, cinco equipos italianos distintos han sido finalistas, o tres alemanes y franceses, lo que indica que se trata de un torneo muy abierto y sujeto a los méritos deportivos anuales. En cambio, solo un equipo, el Bahçesehir turco, ha logrado ser dos veces finalista y, además, había alcanzado las semifinales el año que se canceló por el covid.
Ida y vuelta
En sus inicios, el torneo siguió el mismo formato de otras competiciones para resolverse en una Final Four. Desde hace tres ediciones, la FIBA recuperó las finales de ida y vuelta ya que era complicado por razones económicas encontrar quien pudiera acoger la organización de una cita de cuatro equipos y sus respectivas aficiones. Se pierde así la tensión de un partido único de eliminación, cada equipo juega la mitad de la final en su cancha, pero se premia el rendimiento en las fases previas al jugarse el partido de vuelta en pista de quien mejores resultados ha obtenido.
El último campeón fue el Niners Chemnitz, que había eliminado en semifinales al Bilbao Basket y que superó por un solo punto en el global y tras prórroga en el segundo partido al Bahçesehir. El PAOK o el Bilbao Basket añadirán una nuevo nombre a un historial que cuenta con clubes que han destacado en competiciones de mayor rango