“Tenemos que hacérnoslo mirar porque nos ha pasado unas cuantas veces fuera de casa. Miraremos lo que hacemos mal y lo corregiremos”. Así se expresó Jaume Ponsarnau el pasado domingo tras la derrota en Girona, que supuso la tercera del Surne Bilbao Basket en cuatro partidos como visitante en Liga Endesa como consecuencia de unos adversos minutos finales tras dominar el luminoso durante gran parte de las contiendas.

El técnico catalán se refirió a esta cuestión en su comparecencia previa al choque ante el Prievidza eslovaco que cerrará este miércoles (20.00 horas, La Casilla) la fase de grupos de la FIBA Europe Cup, en la que el conjunto vizcaino pasará como primero incluso perdiendo por menos de 23 puntos. Ponsarnau centró su argumentación en dos cuestiones. Por un lado, la necesidad de encontrar más jugadores atinados lejos de Miribilla para evitar sobreesfuerzos que se pagan en esos compases finales en los que los duelos entran en ebullición y, por otro, evitar el daño que esas derrotas pueden hacer en la mentalidad dando valor al hecho de haber sido notablemente competitivos en esas cuatro citas a domicilio.

ERRORES INDIVIDUALES

“Lo primero es que, en un partido en el que Girona está tan acertado respecto a otros, para llegar a un final apretado hicimos un buen partido. No encontramos acierto en ataque, estuvimos muy mal desde la línea de tres puntos, y a pesar de eso en el tiempo reglamentario metimos 88 puntos. En los últimos lances del partido nos preocupaba que ellos habían sido muy eficaces. Hay un par de defensas malas con errores individuales de jugadores que son muy buenos en defensa y que no es habitual que los hagan. Ahí viene una constante, que es que fuera de casa no hemos encontrado a tantos jugadores que nos ayuden a ganar partidos. O el otro día, a un jugador que estaba muy enchufado y jugando muy bien, Harald Frey, lo expulsaron; Xavi Rabaseda se lesionó y otros no estuvieron bien para coger confianza. Eso nos forzó a que otros jugadores llegaran con demasiados minutos a esos momentos, jugadores que son buenos e hicieron mal cosas que acostumbran a hacer bien”, resumió.

Tampoco escondió que, a nivel mental, identifica ciertos niveles de frustración: “Por ejemplo, hoy al ir a coger el coche un aficionado me ha mostrado de forma muy amable su frustración por lo que nos pasa fuera de casa, vosotros lo escribís y lo radiáis… ¿Pues qué pensáis de los jugadores? También se les mete en la cabeza. Quizás el problema es que está en las mentes y dejamos de darle importancia a lo bien que estamos compitiendo fuera de casa, que yo creo que lo estamos haciendo a un nivel muy muy bueno. El otro día hicimos muchas cosas buenas que de cara al futuro nos tienen que ayudar más que la frustración de nuestras cabezas”.

SUMAR RECURSOS

Ponsarnau tiene claro que para evitar esas situaciones a domicilio que han provocado que se escaparan algunas victorias que parecían muy cercanas hay que dar un paso al frente. “En lo táctico estamos bastante contentos, pero evidentemente no nos quedamos sentados y queremos sumar recursos, pero creemos que nosotros hicimos mejores tiros que el Girona al final del partido. Y cuando los dos equipos estábamos eficaces, una falta en ataque (la de Tomasz Gielo dentro del último minuto) nos entorpeció en una situación que en esos momentos estábamos dominando, una falta que viendo las repeticiones no la veo. Estas cosas pasan. En rebote creo que hicimos un mejor trabajo que otros días, especialmente en ataque, pero nos faltó un poco de éxito, quizás también porque nuestros tiros no entraron por mucho. Muchos ni tocaron aro y eran buenos tiros. Son cosas que pasan y la mejor forma de afrontarlo es no quedarnos quietos, trabajar y trabajar, aprender todo lo que se pueda para identificar esos errores que no nos podemos permitir y sobre todo encontrar más confianzas durante los partidos para que el equipo llegue a esos minutos finales con más energía. Pero debemos congratularnos de poder llegar en esa situación en partidos fuera de casa, algo que para un equipo de nuestra realidad es muy buena cosa”.

También se refirió a la expulsión de Frey por cinco faltas personales en el último partido tras decisiones arbitrales en las que no se le midió con el mismo criterio que a sus pares. “Él trabajará para tener continuidad. Queramos o no, pasa por ganarse el respeto de la liga porque es un jugador que los límites que busca están dentro de la legalidad muchas veces y, cuando no, no están más lejos de lo que se encuentra en contra. Seguirá trabajando para hacerlo lo mejor posible, es muy buen chaval, muy profesional, cada partido acaba con golpes por todos los sitios pero siempre se levanta… Es un placer trabajar con él, es muy buen jugador con muy buenos valores. A nosotros lo que más nos puede ayudar es que estas situaciones que pueden inducir a la frustración no nos frustren. En eso estamos”, explicó.

Sobre si en esos finales de partido adversos pesa también el aspecto físico, argumentó que “en casa hemos encontrado a muchos jugadores, lo que nos ha permitido alargar el equipo; en el partido que ganamos fuera, en Granada, ocurrió algo parecido y cuando el partido se apretó pudimos poner en cancha a jugadores que tenían energía y encontraron la forma de ganarlo. En Girona no ocurrió. Sin Xavi, Sin Harald… En Gran Canaria llegamos también al final con pocos jugadores con confianza y con los que nos estaban aguantando en el partido ya muy exigidos, en Murcia pasó lo mismo… El objetivo es encontrar a más jugadores fuera de casa en disposición de ayudar. También hay que reconocer que nuestra realidad es nuestra realidad. Nos encanta el equipo que tenemos, me encanta entrenar a este grupo, pero hay muchos jugadores que están para dar un paso adelante en sus carreras, tienen que madurar y aprender a llevar estos momentos. Seguro que lo harán”.

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LAS PRÓRROGAS

Sobre lo que no puso paños calientes fue al ser cuestionado por el rendimiento de su equipo en las dos prórrogas disputadas: “En las dos tuvimos el primer balón, atacamos bien, pero fallamos. Y el otro día cogimos el rebote ofensivo, volvimos a hacer un buen tiro y fallamos. Me preocupa que lleguemos con frustraciones de desacierto y las traslademos a la prórroga. Dentro del proceso madurativo como equipo es una de las cosas que debemos mejorar. Es algo a lo que le hemos dado importancia y en la próxima vez que ocurra algo diferente en el aspecto mental tendremos que hacer”.