“Hoy no jugamos solos”. Es la consigna a la que se aferra el Surne Bilbao Basket para recuperar la senda victoriosa en Miribilla ante el Casademont Zaragoza. Jaume Ponsarnau lo consideró ayer “un duelo clave” para el objetivo de volver a disputar la próxima temporada competición europea. “Todos los partidos suman o restan, pero depende del momento tienen más valor y este es uno de esos porque el Zaragoza es un rival directo”, comentó el técnico catalán. El equipo aragonés, que también ha dejado atrás los apuros por la permanencia y busca nuevos objetivos, está a una victoria de los hombres de negro, que ya ganaron en la primera vuelta por lo que de repetir abrirían un hueco de dos triunfos y el average con los de Porfi Fisac a falta de nueve jornadas.

El Bilbao Basket jugará hoy sin Hakanson y Withey en otro paso de ese proceso de “reinvención constante” en la que está metido el equipo desde el principio de la temporada por culpa de las lesiones que “nos han obligado a cambiar y reconstruir nuestra defensa y nuestro ataque. Cuando cambian los roles cambian las capacidades, las virtudes y las debilidades”. Ahora, la labor del cuerpo técnico se empeña en que sus jugadores “adquieran la consistencia mental que nos permita ser más fuertes. Es complicado porque las lesiones se alargan, los jugadores recaen y no estamos teniendo fortuna. Pero es lo que hay. Hay que tocar las teclas adecuadas que nos permitan ser competitivos”.

Ponsarnau apuntó que cuando un jugador asume un rol mayor que el que tenía “lo ve como una oportunidad, pero a la vez trastoca el equilibrio cuando no salen las cosas bien y el equipo se tambalea, que es lo que nos ha ocurrido cuando no ha habido acierto”. En este sentido, el técnico del Bilbao Basket señaló que las lesiones de Hakanson y Withey pueden complicar su puesta a punto antes de que acabe la temporada ya que “no queda mucho”.

En el partido de la primera vuelta, tampoco estuvo presente el base sueco y los hombres de negro vencieron de forma holgada y meritorio, pero ahora todo ha cambiado en un lado y otro. El Zaragoza es “ahora un equipo de play-off. Son un equipo grande y físico. Desde la defensa y los bases han crecido y han conseguido el equilibrio, encontrando a sus interiores y exteriores. El reto es aún más grande y lo afrontamos con las máximas convicciones porque no vamos a jugar solos”. Ponsarnau es consciente de que los maños van a cargar su juego dentro de la zona “y para ello nos estamos preparando. Queremos ser lo más solidos posible y hacerlo mejor de lo que lo hemos hecho últimamente”.

En el Zaragoza, también hay varios jugadores con problemas físicos, según reveló Porfirio Fisac, que espera, sin embargo, que su equipo siga siendo “sólido en defensa y mantenga la idea de mejora”. Al lado del Ebro las cosas se ven parecido: “Hay que ser honestos, todavía no hemos logrado la permanencia, pero hay partidos en los que hay que mirar un poco hacia arriba y este es uno de esos partidos. Si tenemos alguna opción de llegar a conseguir algo cercano a meter al club en Europa hay que trabajar por ello”.