"En la parte de ingresos de competiciones deportivas, hacemos un movimiento desde los 15 millones que ganábamos en la temporada 2023-24 hasta los 55 millones que pretendemos hacer en la 2025-26. Ese viaje, desde luego, responde en una parte muy importante a las clasificaciones conseguidas, a la entrada en la UEFA Europa League, a llegar a esas semifinales de Europa League y a las clasificaciones en LaLiga que se están obteniendo y que nos permite competir en la Champions League”. La máxima la subraya Guillermo Ruiz-Longarte, el tesorero del Athletic, y que en su explicación de los números que la Junta Directiva de Jon Uriarte someterá a votación en la Asamblea General de socios compromisarios que tendrá dentro de dos semanas, el día 30, pone el acento en unos ingresos que el club pretende doblar durante el actual mandato, o sea, pasar de los 100 millones recaudados en el ejercicio 20-21-22, el último año de la legislatura de Aitor Elizegi, a los 200 millones que pretender ingresar el club a 30 de junio de 2026. Lo cierto es que competir en Europa supone un evidente músculo financiero que permite en algunos casos, como durante el mandato de Fernando García Macua, salir del apuro, y en otros afrontar operaciones estratégicas, sobre todo a la hora de potenciar la plantilla. El Athletic, no en vano, suma en torno a 105 millones de euros recaudados durante sus ocho últimas presencias en el viejo continente desde que las antiguas Copa de la UEFA y la Copa de Europa se reinventaron en las actuales Europa League y Champions League.
El Athletic, según se recoge en la memoria del último ejercicio, recaudó 31,9 millones de euros después de cerrar en semifinales, en las que cayó eliminado ante el Manchester United, su recorrido en la Europa League, lo que supone la cantidad más alta ingresada por la entidad bilbaina en una competición continental. Una cifra muy significativa, especialmente a la hora de compararla con la que aportaron presencias anteriores en este mismo torneo. Llama la atención que el Athletic solo recibiera 9,5 millones de euros (4,3 de ellos procedentes de la partida de market-pool) en la temporada 2011-12, tres veces menos, pese a proclamarse subcampeón de aquella edición, en la que el conjunto dirigido entonces por Marcelo Bielsa hincó la rodilla en la finalísima de Bucarest (3-0) ante el Atlético de Madrid en el que Diego Simeone acumulaba únicamente un puñado de meses en el banquillo colchonero, en el que se mantiene aún casi 14 años después. La explicación de esta desproporción se explica en el aumento paulatino de los ingresos y partidas que destina la UEFA a cada competición, ya que ha pasado de un total de 150 millones en el reparto de premios en 2012 a los 565 kilos en la pasada edición.
Esta es la tercera andadura del Athletic en la Champions League, en la que debutó en la campaña 1998-99, la del centenario, aunque desde entonces el formato y los criterios en la distribución entre los clubes de los beneficios generados han sufrido novedades prácticamente radicales. La segunda experiencia en la máxima competición continental se remonta a la campaña 2014-15, durante la segunda etapa de Ernesto Valverde al frente de los leones y bajo la dirección de la Junta Directiva presidida por Josu Urrutia, cuando los rojiblancos no fueron capaces de superar la fase de grupos en una liguilla que en principio se antojaba asequible con el Bate Borisov, el Oporto y el Shakhtar Donetsk como rivales. Sin embargo, el Athletic solo fue capaz de obtener siete puntos en esos seis partidos, una suma que se contabilizó, junto a los réditos comerciales y televisivos, en un montante total de 23,4 millones de euros, a los que se añadió medio millón más gracias a la repesca en la Europa League, en la que solo duró una eliminatoria tras sucumbir ante el Torino, rival frente al que Iñaki Williams se estrenó como goleador del Athletic. Precisamente, fue durante los dos mandatos de Urrutia en Ibaigane cuando el Athletic se prodigó en competiciones europeas, con un total de seis temporadas presentes en el viejo continente, en las que ingresó más de 71 millones de euros, mientras que la legislatura posterior de Aitor Elizegi se caracterizó por el lastre económico que causó la pandemia y el hecho de no lograr ninguna clasificación europea pese a que las rozó en dos ocasiones en una última jornada de liga.
Una cifra récord
Ruiz-Longarte también incidió en su exposición que la presencia esta temporada en la Champions League propicia un aumento en los ingresos derivados de las competiciones deportivas, cifrados en una cantidad total récord de 55,9 millones, siempre bajo una óptima conservadora, porque solo se contempla, en lo referente a la Champions, el explícito recorrido, sin presupuestar un mayor camino, en la denominada Fase Liga, que aporta de salida un fijo de 18,2 millones de euros, sin contar el remanente que dará la cosecha de puntos, que de momento es de cero, ya que los de Ernesto Valverde han sufrido sendas derrotas en sus duelos ante el Arsenal y el Borussia Dortmund, aunque el club espera hacer caja en los seis encuentros que restan.
Cada victoria se paga a 2,1 millones de euros y el empate a 700.000 euros, a los que se suma la parte proporcional correspondiente del market-pool, un mínimo que debería asegurar una cifra netamente superior a los 31,9 millones recaudados por la última Europa League