Buenas y malas noticias en el Athletic. Por un lado se ha confirmado que lamentablemente Unai Egiluz tendrá que pasar por el quirófano para tratarse de la rotura que sufre en el ligamento cruzado anterior de su rodilla derecha, lesión que se produjo en el amistoso del miércoles pasado frente al Racing; y por otro, que lo de Oihan Sancet no reviste tanta gravedad como se había venido rumoreando en las últimas horas.
El media punta navarro estará varias semanas apartado de los terrenos de juego, pero tiene intacto el cruzado y su afección es en el ligamento lateral interno de la articulación derecha. Cabe recordar que Sancet ya se rompió el cruzado de la rodilla izquierda en el verano de 2018, aún en edad juvenil.
El periodo de baja, que no ha sido avanzado por el club, suele ser de unos tres meses en este tipo de lesiones en su grado más elevado. Así, en el peor de los casos, podría estar de vuelta con el equipo para noviembre. Todo ello, claro, siempre y cuando avance bien en su recuperación. En el club, eso sí, confían en que el periodo de baja no se alargue tanto en el tiempo y que pueda estar de vuelta en unos dos meses, incluso un poco antes. A la espera de ver cómo se recupera y qué sensaciones tiene, podría incluso llegar para la segunda jornada de Champions League.
Bastante peor es el caso de Unai Egiluz, que dice prácticamente adiós a la temporada, ya que estará en torno a 7-8 meses de baja. Aunque podría llegar a tiempo para el tramo final, entre que coge ritmo y demás, se puede dar por finiquitada su campaña.
En lo que respecta al otro lesionado en la visita al Liverpool, Beñat Prados, este se perderá en torno a un mes de competición, ya que sufre una lesión muscular moderada en el recto femoral izquierdo. El centrocampista apenas pudo disputar unos minutos en el primero de los dos amistosos del lunes en Anfield.