El Athletic visita a partir de las 14.00 horas al Espanyol con el objetivo, ante todo, de afianzarse en la cuarta posición de la clasificación. A pesar de que a día de hoy el quinto puesto daría también acceso a la Champions League al figurar LaLiga segunda en el ranking de los coeficientes UEFA tras superar esta misma semana a la Serie A, contexto que puede variar de aquí a final de temporada, los rojiblancos buscan agarrarse con fuerza a una cuarta plaza que tienen en su poder y que defienden esta tarde en el RCDE Stadium con la intención de repetir el triunfo firmado dos cursos atrás en el mismo escenario.
1-2 se impusieron los leones con goles de los hermanos Williams en su última aparición en un estadio que exigirá una notable puesta en escena para volar de vuelta a Bilbao con los tres puntos en la maleta. Se trata, en contra de lo que puede invitar a pensar la delicada situación clasificatoria que presenta el Espanyol, de uno de los campos de Primera División en los que más caros se venden los puntos. Séptimo mejor local de la categoría antes del comienzo de la jornada, el cuadro blanquiazul ha sumado 21 de sus 23 puntos en casa tumbando incluso al Real Madrid (1-0) dos semanas atrás.
Invictos delante de su afición desde el pasado 25 de octubre, los periquitos presumen de solvencia en feudo propio mientras el Athletic hace lo propio con su brillante racha de resultados en la competición desde que mordiera el polvo por última vez el 6 de octubre en su visita al Girona. Catorce jornadas encadenan los rojiblancos sin perder, cuatro largos meses en los que ningún rival ha sido capaz de superar en liga a un equipo que recuperó la pasada semana su mejor versión ante el Girona. El equipo dirigido por Míchel, que oposita a puestos europeos, no fue rival para un imponente Athletic que goleó y consiguió dejar la portería a cero por segunda cita liguera consecutiva en San Mamés.
Desde la visita al Mallorca el 28 de octubre en el marco de la undécima jornada, no obstante, no consiguen hacer lo propio los de Ernesto Valverde como visitantes en un campeonato de la regularidad que proyecta esta tarde un exigente encuentro frente a un oponente con el agua al cuello. Si necesidad de puntuar presenta el Athletic en su férrea defensa de la cuarta posición mientras trata de meter presión a los tres primeros clasificados, qué decir de un Espanyol que lucha por evitar un nuevo descenso después de regresar esta temporada a la máxima categoría. Con solamente dos empates en once salidas, los periquitos se abrazan a su buen hacer en casa para salvar una temporada en la que el conjunto bilbaino roza la matrícula de honor con el K.O. en octavos de Copa como único borrón hasta la fecha.
Al contrario que en ejercicios anteriores, la fiabilidad del cuadro rojiblanco en liga es mayúscula gracias a una loable regularidad en el rendimiento que ha librado al grupo de sufrir tropiezos inesperados en choques como el de esta tarde en Cornellà. Favoritos sobre el papel, mantener un elevado grado de concentración se antoja fundamental para seguir en la misma dinámica y no lamentar a posteriori como ocurrió en la aciaga visita continental al Besiktas, cuando los leones cayeron derrotados por un contundente 4-1.
Galarreta no llega
Se espera para ello que Valverde, tras disfrutar de una segunda semana limpia y enfocada al entrenamiento diario, ponga toda la carne en el asador en cuanto a la confección de la alineación se refiere. A la conocida baja por lesión de Álvaro Djaló se une la ausencia de Iñigo Ruiz de Galarreta, con quien el técnico ha optado por no correr el más mínimo riesgo. El eibartarra, ausente por un percance muscular en los cuatro últimos compromisos, deberá esperar una semana más para volver a la acción. Nico Williams, por el contrario, regresa a una convocatoria en la que repite el cachorro Endika Buján.
Como revulsivo apunta a ejercer Maroan Sannadi. El delantero recién llegado impresionó el pasado fin de semana en su debut contra el Girona y podría tener minutos de nuevo en el transcurso de un partido en el que el Athletic deberá dar el do de pecho para hacer valer su jerarquía en la tabla clasificatoria.