El sueño de la Copa se esfumó en San Mamés en medio de la huelga de animación indefinida anunciada por Iñigo Cabacas Herri Harmaila (ICHH) hasta que la Junta Directiva liderada por Jon Uriarte ofrezca soluciones “convincentes” a la “represión” que dicen sufrir en la grada por parte de la Ertzaintza. No hubo coordinación, ni participación en dicho sector del campo a la hora de alentar al equipo de Ernesto Valverde, que mordió el polvo ante Osasuna en una eliminatoria directa de octavos de final en la que le tocó al resto del estadio dar el do de pecho.
"Animamos al resto de San Mamés a alentar lo máximo posible para que el equipo se sienta arropado los noventa minutos", instó el miércoles a través de una nota la propia Herri Harmaila, a cuyo comunicado contestó Ibaigane en las horas previas al choque mediante una serie de preguntas y respuestas para aclarar las principales cuestiones relacionadas con esta grada, que recibe 44 entradas por partido destinadas a personas que lideren los cánticos de apoyo en ‘La Catedral’ siendo, además, el único colectivo de socios con el que el club se reúne de forma habitual “con el fin de que la animación en San Mamés sea en cada jornada la mejor posible”.
No lo fue anoche en un derbi copero en el que Osasuna pescó en río revuelto con 48.230 espectadores en las gradas. No faltó a su cita con el torneo del K.O. la hinchada rojiblanca, que dibujó otra reseñable asistencia al estadio para hacer frente a Osasuna en balde.
SIN COMUNIÓN FINAL
Al término del encuentro, al igual que ocurrió en el último partido de 2024 ante el Villarreal, los jugadores del Athletic, desolados por la eliminación, no se acercaron a la zona de la Herri Harmaila.