El vigente campeón de Copa, que no es otro más que el Athletic, sigue muy vivo en el torneo. De milagro, en la lotería de los penaltis, de idéntica manera en la que conquistó el título frente al Mallorca el pasado mes de abril, pero mantiene intactas sus opciones de mantenerse en el trono, que al fin y al cabo es lo más importante. Por lo pronto, solo ha superado la primera ronda, los dieciseisavos de final en su caso, y el miércoles conocerá a su segundo rival. Pero como quiera que siempre hace falta una pizca de suerte en los torneos cortos, bienvenida sea. Habrá que ver si para rondas futuras los leones la han agotado por completo o les sigue acompañando, pero era será una cuestión a tener en cuenta próximamente.
A corto plazo lo que toca es valorar el choque disputado en Las Gaunas, aunque con cierta distancia y relativizando lo acontecido sobre el verde durante el tiempo reglamentario y la prórroga. Son, no cabe duda, encuentros trampa, donde el premio es menor y la derrota acostumbra a ser una especie de catástrofe. Así, conviene ser cauto en la crítica, ya sea positiva o negativa. Ya avisó Ernesto Valverde en la previa de que este tipo de partidos le dan “pánico” y una vez finalizado el encuentro, con el susto aún en el cuerpo, insistió en esta idea, ahondando un poco más en ella: “Para los entrenadores de Primera este formato es un problema, porque juegas fuera de casa y te la estás jugando”. Problema o no, el conjunto rojiblanco sigue intratable en eliminatorias a partido único y ha superado las últimas 26 que ha disputado.
Lo cierto es que el Athletic estuvo a años luz de su mejor versión, solo se sintió cómodo en el inicio del partido y ni con 120 minutos de juego le dio para hacerle gol a un equipo que milita en Segunda RFEF, tres categorías por debajo. Tampoco hubo fluidez en el juego, a lo que el maltrecho estado del césped no ayudó, y los cambios realizados por Ernesto Valverde, que diseñó un once atípico, en el que juntó a demasiada gente sin rodaje, no hallaron las soluciones que demandaba el choque. La UD Logroñés vendió cara su derrota, aunque apenas inquietó a Julen Agirrezabala, una vez más protagonista desde los once metros, y todo se decidió en los penaltis, donde los leones volvieron a mostrarse más certeros que su rival.
El partido debe servir para que el equipo mantenga los pies en el suelo, si es que alguna vez en estos quince encuentros que ha enlazado sin perder, ha perdido la perspectiva. La cita ante el conjunto riojano puede servir de un pequeño toque de atención para lo que está por venir, nada más y nada menos que la posibilidad de levantar un nuevo título: la Supercopa.
El Athletic viaja este mediodía a Arabia Saudí para enfrentarse el miércoles al Barcelona en la primera semifinal del torneo, de la que saldrá el primero de los finalistas; el segundo será el vencedor del Real Madrid-Mallorca que se disputa el jueves en el mismo escenario.
Sobre el papel, porque en esto del fútbol nunca se sabe, no cabe esperar ninguna similitud entre la cita copera y el choque ante el conjunto azulgrana. Para empezar, porque el equipo que alinee el técnico distará mucho del que puso de inicio en Las Gaunas, donde realizó hasta nueve cambios con respecto a la cita frente a Osasuna en El Sadar con la que el equipo puso el broche de oro a un 2024 para la historia. Aunque de sus palabras en la previa ante la UD Logroñés cabía esperar menos rotaciones de las que finalmente realizó, ante el Barça saldrá con todo. El premio de poder ganar un título, para lo que está a solo dos partidos de distancia es demasiado suculento como para dejar pasar la oportunidad.
El único problema con el que pueda encontrarse Valverde es que el desarrollo del choque copero le obligó a utilizar a futbolistas llamados a tener pocos minutos o directamente ninguno, pero que sin embargo acabaron acumulando en torno a la hora de juego, como fue el caso de los hermanos Williams o Vivian, por no hablar del derroche físico de De Marcos, Guruzeta o Berenguer, que junto a Paredes completaron los 120 minutos.
Una circunstancia a tener en cuenta para el corto plazo, ya que tras haber pasado de ronda en Copa el Athletic disputará un mínimo de siete partidos en este primer mes de 2025, que podrían ser ocho si alcanza la final. Superado el trámite copero, hay otro título en juego.
Salida a las 14.00 horas. La expedición del Athletic partirá hoy a las 14.00 horas hacía Yeda, donde este miércoles disputará la semifinal de la Supercopa. La plantilla rojiblanca se ejercitará en Lezama a las 10.00 horas y a la conclusión del entrenamiento se dirigirá al aeropuerto, desde donde cogerá un vuelo chárter para volar a Arabia Saudí en un trayecto de unas 5h30 de duración. Además del presidente, Jon Uriarte, se espera que viajen otros cuatro miembros de la Junta Directiva, así como un puñado de aficionados en el viaje oficial, en el que también habrá hueco para los periodistas. Además, en otro viaje se esperan a unos 150 hinchas, por lo que habrá en torno a 200 seguidores del Athletic en la Supercopa.