Nico Williams, autor de su primer gol europeo con el Athletic el pasado jueves ante el Slavia Praga en San Mamés, estrenó galones en la visita al Mallorca tras ser nombrado decimoquinto mejor jugador del mundo en la lista final del Balón de Oro. A punto de salir del hotel de concentración rumbo al estadio del cuadro bermellón se encontraba el menor de los Williams cuando salió su nombre a la palestra en una gala de la que estuvo pendiente el mundo entero. Con los cinco sentidos puestos en el choque contra el Mallorca asomaba para entonces Nico, que formó parte del once inicial que diseñó Ernesto Valverde para hincar el diente a un encuentro que los rojiblancos encararon en superioridad numérica desde el minuto 23 por la expulsión de Samú Costa.
Con el equipo balear agazapado atrás, el ‘10’ del Athletic intentó asumir responsabilidades en el frente del ataque en busca de la portería del eslovaco Dominik Greif y la encontró al borde del descanso con un preciso cabezazo desde el punto de penalti. El VAR, sin embargo, invalidó su diana al estimar que el centro previo de Iñaki había rebasado la línea de fondo. Lamentó su mala fortuna Nico, lejos de su mejor versión en una primera mitad en la que no logró marcar diferencias. Le ganó la partida Pablo Maffeo, que salió victorioso también del duelo individual en la segunda mitad.
Impecable en tareas defensivas, el lateral argentino logró minimizar el impacto del navarro en un segundo acto en el que Nico volvió a verse atrapado en la telaraña defensiva que cosió el Mallorca. No encontró el extremo la manera de desequilibrar, ni de generar superioridades, si bien la ocasión de gol más clara salió de sus botas. Corría ya el minuto 81 cuando Nico conectó un precioso disparo con rosca desde la frontal del área que se estrelló contra el larguero, que evitó que el navarro sonriera en Son Moix.
La ambición de Nico Williams
Al término del envite, el extremo rojiblanco apuntó respecto a su decimoquinta posición en el Balón de Oro que “estar en esa nominación era un sueño hecho realidad, porque todo niño quiere estar nominado a ese galardón, aunque quedara en la trigésima posición y es una pena no haber podido ir, pero estoy muy agradecido al Athletic, porque es también un premio a todo el trabajo que se hace en el club desde el fútbol base. Trabajaré para volver a estar ahí”.
Sobre el segundo puesto de Unai Simón en el trofeo Lev Yashin a mejor portero del pasado curso, Nico apuntó que “ha estado cerca de poder llevárselo. Tenía mucha ilusión de poder ganar después de hacer una temporada increíble, le han adelantado por la derecha y es una pena, pero le animo a seguir así porque es el mejor portero del mundo”. Valverde, por su parte, indicó que “el hecho de que haya jugadores del Athletic nominados a un premio de estos siempre es bonito. No suele ocurrir, estamos contentos por ellos y es un motivo más que de orgullo, para estar contentos. Ojalá haya muchos jugadores del Athletic en esas posiciones, significaría que las cosas nos van bien”.