Nothing else matters... Los acordes de la canción de Metallica suenan al piano de un músico en la plaza Moyua. (Casi) nada más importa se podría decir a los turistas que, en su mayoría sin haberlo planeado, van a vivir el día en el que Bilbao se paraliza para vitorear a los campeones de Copa en su travesía por la ría. "Whaaat? Que se superará el millón de personas en la calle?" Las reacciones de asombro se suceden por doquier. 

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Llenazo en Bilbao, a la espera de la gabarra Pankra Nieto

"Nos alegramos de estar aquí. Como ya sabíamos que íbamos a venir, seguimos la final con interés", explica Annie Booth, integrante del England Walking Football Team, un equipo cuyos jugadores y jugadoras padecen Parkinson. Conversa con DEIA desde su cuartel general en el hotel Ilunion antes de salir a uno de los encuentros del Torneo Internacional que organiza en Berango la asociación Asparbi. Regresarán a la ciudad por la tarde, con el botxo en plena ebullición. "Uff... Ya se me está poniendo la piel de gallina con el ambiente"', admite Annie con un gesto muy gráfico, a medida que ella y sus compañeros van conociendo los detalles de la celebración y el ansia con el que la afición aguardaba este día. 

Richard Running, el más joven, de 46 años, recuerda la final de 1984 "y que Maradona andaba en la gresca". Pregunta con curiosidad "quién es la persona de la estatua de San Mamés". El más veterano, Joe Perry, de 66, sí reconoce a Iribar. De la actual camada de leones en Inglaterra " admiramos la historia personal de los hermanos Williams y el hecho de que jueguen juntos en el primer equipo, los medios de comunicación se han hecho eco y no faltan invitaciones a que los fiche la Premier League". Si algún equipo se puede equiparar al Athletic en cuanto a "sentimiento de comunidad con la afición es el Liverpool", compara Joe, residente en la ciudad. "No me extraña que la gente de Bilbao suele con un partido oficial en Anfield, es recíproco", reconoce. Apunta, además, que la selección inglesa jugó en el viejo San Mamés durante el mundial de 1982. 

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En imágenes: Gran ambiente en Bilbao, a la espera de la gabarra Ibai Armentia / Oskar González /Deia

Para el equipo, el 11 de abril cobra un cariz especial, ya que "se conmemora el Día del Parkinson". El England Walking Football Team nació en 2022 y ha competido en "Singapur o Malta" para inspirar a otras personas con la misma condición y visibilizar la enfermedad, así como "mantener el contacto con otras organizaciones", enfatiza Annie. 

Alex Adler y su familia han cruzado el charco de vacaciones desde Estados Unidos. No más olvidarán, tras toparse el miércoles con la improvisada kalejira de los campeones, que grabaron en sus móviles. "Conocía la admirable filosofía del Athletic, allí suelen cambiar de camiseta a menudo", señala este seguidor del Manchester United, que menciona "cuando nos eliminasteis de la Europa League en 2012". Ahora se alegra "en particular por Ander Herrera, que militó en el club de Old Trafford, confiesa delante de Puppy. 

Ambientazo en Bilbao, a la espera de la gabarra

Ambientazo en Bilbao, a la espera de la gabarra Iker Gorbea

Apuran sus días libres, ya que se van hoy mismo, como los irlandeses Paul Butler y John Murphy, más interesados en el Guggenheim que en la fiesta rojiblanca. Deben tomar un ferry, así que "nos viene bien saber que habrá que salir con mucha antelación para evitar atascos". Muchísimos más irlandeses que han llegado por mar se mezclan atónitos con la marea humana. 

Antonio Teixeira y sus amigos realizan un tour por la península, recalan en Bilbao procedentes de Valladolid. Naturales de Portugal, "hemos oído hablar del Athletic en partidos europeos que les han llevado a nuestro país". 

Maite y Mari Carmen Rivas y sus amigas intentarán coger sitio en la zona del Euskalduna. "Venimos de Portugal, Irlanda y Panamá y no queremos perdernos nada!", dicen. 

Con ese objetivo, Liberato Pastor, su hijo y más familiares reservaron alojamiento el domingo y han cubierto "nueve horas de coche". Las ganas de emular a su ídolo Iribar de niño le inocularon ese "sentimiento que ha transmitido a su vástago, nacido en 1986 y que arde en deseos de ser testigo de un momento histórico. "Me da ilusión y miedo a partes iguales por si no hallamos hueco porque la que hay montada... Vosotros contáis que se va a acercar todo Bizkaia, pero os olvidáis de las peñas repartidas por el mundo. Algo así sólo lo puede lograr Bilbao", se despiden emocionados.