Borrón y cuenta nueva. El Athletic debe olvidar cuanto antes lo acontecido en la noche del lunes en el Power Horse Stadium de Almería, donde fue incapaz de hincarle el diente al destacadísimo colista de la categoría, que tras 24 jornadas de liga aún no ha conseguido una sola victoria, y se tuvo que conformar con un punto que le impidió asaltar la cuarta posición. No hizo méritos el conjunto rojiblanco para llevarse el triunfo e incluso estuvo a punto de regresar a Bilbao de vacío, pues Marezi falló en el mano a mano ante Unai Simón con el tiempo prácticamente cumplido. De haber acertado, nadie habría podido poner un solo pero a la victoria del Almería, que para colmo, jugó casi toda la segunda mitad con un futbolista menos.

El aspecto más positivo para el Athletic es que dispondrá de una semana entera para preparar su próximo compromiso, el que le medirá al Girona en San Mamés el lunes. La disputa de competiciones europeas en estas dos semanas le dan también un respiro al cuadro bilbaino antes de afrontar el decisivo partido de vuelta de semifinales de Copa, a celebrarse el 29 de este mes. Cuatro días antes, la tropa de Ernesto Valverde se verá las caras con el Betis. En resumen, el Athletic jugará tres encuentros en 15 días, con dos semanas limpias para preparar a conciencia las citas ligueras y el choque copero y, lo que es más importante, dispondrá de tiempo suficiente como para afinar la puesta a punto y recuperar la mejor versión de varios de los futbolistas que han demostrado ser capitales dentro del equipo. Tendrá que ser así para cumplir con los objetivos fijados: volver a Europa tras seis temporadas sin lograrlo y alcanzar la final de Copa.

Por su nivel de importancia dentro del colectivo, el estado de Iñaki Williams puede ser el que más preocupa. Se fue a la Copa de África ofreciendo probablemente la mejor versión de su carrera y ha vuelto de la misma, con un viaje exprés incluido, muy lejos de la misma. Ha participado en los cinco encuentros disputados por el Athletic desde la eliminación de la selección de Ghana del torneo continental, pero solo tuvo incidencia real en el primero, en el que anotó el gol que certificaba la remontada ante el Barcelona en los cuartos de final de Copa. En los otros cuatro, en los que ha figurado en el once, no se le ha visto con chispa y por primera vez esta temporada ha encadenado cuatro choques sin ver puerta o dar una asistencia.

Tampoco Oihan Sancet está exhibiendo la regularidad que se espera en un futbolista de sus enormes cualidades. Ha perdido incidencia en el juego del equipo y cuesta recordar una actuación suya coral. No puede pasarse por alto que tuvo buenos minutos frente al Barça en el torneo del K.O., pero viene demostrando cierto desgaste, quizá por el trajín del primer tramo de la temporada.

El centro del campo

El bajón en el rendimiento de Sancet podría explicarse en buena medida porque los dos futbolistas que comenzaron jugando juntos en el centro del campo han perdido la claridad ofrecida en los primeros meses de competición. Llama especialmente la atención el flojo nivel de Mikel Vesga en los últimos encuentros. De hecho, sus caras de impotencia e incomodidad fueron bastante llamativas durante el transcurso del choque ante el Almería. En este arranque de año no pudo jugar ante el Valencia por unas molestias musculares y, aunque Valverde le ha alineado hasta en tres ocasiones desde entonces, contra el Barcelona fue sustituido al descanso y ante Cádiz y Almería jugó 50 y 65 minutos, respectivamente.

Especialmente frente al Atlético de Madrid, pero también en el Power Horse Stadium, se vio una versión casi irreconocible de un Iñigo Ruiz de Galarreta que si por algo venía destacando era por su sobriedad y regularidad en el juego. Al eibartarra, todo entrega, se le ha visto especialmente incómodo con el balón, cometiendo más errores en la entrega y pérdidas de las normales. Tampoco puede pasarse por alto que ha tenido también varios percances físicos a lo largo del curso.

El momento de forma por el que atraviesan ambos, unido a una versión un tanto irregular de Ander Herrera han convertido al joven Beñat Prados en indiscutible en la zona ancha, en la que es, sin duda, una de las mejores noticias de la presente campaña en lo que a descubrimientos se refiere.

Con cuatro de sus pilares en un momento no tan dulce, Valverde tiene en su mano recuperar a todos ellos para que el Athletic no pierda comba y mantenga la buena línea general del curso. Además, se entiende que Nico Williams y Gorka Guruzeta, ausentes en Almería, y en el caso del menor de los Williams también en el Metropolitano, estarán de vuelta frente al Girona. Es tiempo para afinar.