Que Alejandro Hernández Hernández, el árbitro del encuentro, iba a estar en el centro de todas las miradas era algo sabido. Sobre todo después de la polémica que suscitó su actuación en el Real Madrid-Almería (3-2), cuando sus llamadas desde el videoarbitraje llevaron a modificar las decisiones del colegiado de campo en hasta tres ocasiones, siempre en favor blanco. Sin embargo, la actuación del canario en la ida de las semifinales superó las expectativas porque no contentó a nadie. Tanto Athletic como Atlético de Madrid salieron del Metropolitano con la sensación de haber sido perjudicados y muestra de ello fueron las dos amarillas que vieron Ernesto Valverde y Diego Pablo Simeone por sus reiteradas protestas desde el banquillo. Porque Hernández Hernández ayer tuvo trabajo. Y las ocho tarjetas sacadas así lo corroboran.

Estuvo acertado en el penalti pitado a Reinildo por su durísima entrada a Prados, con las dos piernas por delante; aunque desde el banquillo del Athletic reclamaron que la amarilla que recibió el defensa colchonero se quedó escasa. Cierto es que eso ya era cosa del VAR, donde estaba Jaime Latre, pero una expulsión hubiera provocado la ausencia de Reinildo en la vuelta de San Mamés, un gran agujero en la zaga atlética.

Asimismo, desde el bando vizcaino también vieron cómo se le perdonó a Antoine Griezmann un pisotón muy feo a Oihan Sancet, directo y con los tacos, que no tuvo castigo alguno y que, cuanto menos, era naranja. Además, Hernández Hernández aguantó permisivo las constantes quejas de Koke y De Paul, que siempre son muy insistentes en sus reclamaciones. Por otro lado, el resto de amonestaciones fueron acertadas al igual que claras, la mayoría –las de Vivian, Unai Gómez, De Paul y Galarreta– por cortar por lo sano contraataques claros; mientas que la de Prados podía habérsela ahorrado porque la falta a De Paul fue inexistente.

También acertó en el penalti que Yeray Álvarez cometió sobre Morata cuando el Athletic saboreaba ya el triunfo en el minuto 91, pero finalmente desde el VAR se tiraron las líneas y confirmaron la posición indebida del delantero colchonero. Un alivio para los leones, en el que Hernández Hernández tampoco tuvo mucho que hacer. Asimismo, al final del partido hubo un pequeño enganchón entre Yuri y De Paul, que terminó con medio Atlético yendo en contra del lateral; pero que el colegiado decidió no tener en cuenta y lo dejó estar.

Duelo de presidentes

Antes del partido el foco estuvo en los presidentes de ambos equipos. Comenzó disparando Enrique Cerezo, que tiró de refranero español para advertir al Athletic por no acceder al cambio de fecha: “Arrieros somos y en el camino nos encontraremos”. Entonces, el máximo mandatario del club vizcaino, Jon Uriarte, también desenfundó, aunque cierto es que lo hizo en un tono más conciliador: “En euskera tenemos un dicho: lo que trae el agua, el agua lo lleva. Hay que esperar a que el agua se lleve esta polémica y disfrutar del partido”.

Atlético 0 - Athletic 1 | El análisis de José Manuel Monje

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