El martes, durante la rueda de prensa previa al último entrenamiento y al anuncio de la convocatoria para el partido de ida de la semifinal de Copa entre el Athletic y el Atlético de Madrid en el Metropolitano, Ernesto Valverde no arrojó respuestas sobre la posibilidad de contar con Nico Williams, que al ser citado junto a toda la plantilla para partir en la expedición alentó los ánimos de la parroquia por el idílico estado de forma que atraviesa el jugador. Pero finalmente se cayó de la convocatoria, anunciada apenas una hora del encuentro. La noticia fue un jarro de agua fría. La lesión en la musculatura aductora de su muslo derecho dejaba sin opción a participar a una de las grandes sensaciones de la temporada. Pero el fútbol es bonito precisamente por la capacidad que atesora de ser imprevisible. Resulta que Valverde se decantó por Alex Berenguer, el recambio natural en sustitución de Nico, y ¡mira tú por dónde! El de Barañain se convirtió en protagonista al anotar desde los once metros después de un penalti cometido sobre Beñat Prados que bien pudo ir acompañado de una cartulina roja para Reinildo en lugar de una amarilla.  

No solo eso. Siempre teniendo en cuenta la escasez de posesiones que aglutinaron los atacantes del Athletic –el balón se cotizaba alto–, Berenguer tuvo una notable actuación en otras facetas. Acaparó balón en situación ofensiva y obró con buen criterio

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Se ha transformado Berenguer en un jugador capital en los últimos tiempos en esa faceta de recambio ante las necesidades. El pasado 13 de enero, mientras Iñaki Williams se encontraba citado con Ghana en la Copa de África, el de Barañain fue escogido para suplir al mayor de los hermanos. En aquella ocasión firmó los dos goles del conjunto bilbaino para sumar los tres puntos en liga. Frente al Atlético, donde la trascendencia era mayor si cabe, volvió a repetir como sustituto de garantías. La faena desde el punto de penalti la completó con maestría. Engañó a Jan Oblak, que se tiró a su costado izquierdo, mientras veía entrar el balón por su flanco derecho, ajustado al poste. Gran lanzamiento. Minuto 25. Quinto gol de la temporada para su cuenta particular.

A medida que avanzó la primera mitad, cuando el partido se asomaba al descanso, Valverde cambió de bandas a Berenguer e Iñaki buscando una mayor participación de este último. Con la llegada del segundo tiempo, el orden volvió a ser el mismo que al inicio del duelo. Berenguer se acostó otra vez en el ala izquierda.

Si en la primera mitad los jugadores de ataque del Athletic gozaron de pocas oportunidades para desarrollar juego, en el segundo acto la situación se agudizó. Tocaba sufrir, dejarse hasta la última gota en la defensa del resultado, una función titánica teniendo en cuenta que el Atlético encadenaba 26 partidos sin conocer la derrota en el Metropolitano. La principal labor pasó a ser la de ejercer presión, la de sumar kilómetros con solidaridad, generosos en los esfuerzos defensivos, sin balón. La vanguardia como primera línea defensiva. Era momento de hacer coberturas, de bloquear a rivales, de recuperar balones. Si acaso aguardar para armar algún contragolpe que pudiera conceder una ocasión como la de Unai Gómez y la posterior de Asier Villalibre.

Atlético 0 - Athletic 1 | El análisis de José Manuel Monje

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En el minuto 84 Berenguer protagonizó su última acción del partido. Lanzó una falta bien posicionada para el disparo, pero su chut golpeó contra la barrera. Acto seguido, Valverde retiró a Berenguer e Iñaki para dar entrada a Yeray Álvarez y Mikel Vesga. El destino quiso que Yeray fuera el autor de un penalti que pudo significar el empate del Atlético de no ser porque el colegiado Hernández Hernández lo anuló gracias a la revisión de la jugada en el VAR. El fuera de juego de Álvaro Morata devolvió la alegría al Athletic, que protegió el resultado y dio la validez de la victoria al gol de Berenguer, un oportunista.