Dicen que querer es poder. Y el Athletic debe quererlo. O cree en ello, por mucho que haya quien mencione la bicha de las vacaciones en Ibiza. Lo cierto es que el Athletic se ha dado un homenaje, ha reivindicado su causa y se coloca a tiro de la zona europea, que es el objetivo por el que le toca no descansar hasta el 22 de mayo. Ya no valen suspicacias, porque la victoria sobre el Atlético de Madrid abre un escenario posible. El Athletic ha superado el reto. Conocía desde las cuatro de la tarde la derrota del Villarreal en Mendizorrotza, con lo que volvía a gozar de la oportunidad de ponerse a un solo punto de la séptima plaza que ocupa el submarino amarillo. No es la primera vez que sucede, en las anteriores no dio la talla y desperdició el momento. En esta ocasión la exigencia aumentaba en grado debido al potencial del rival que emergía enfrente, un Atlético que se juega su posición Champions, que no es cosa baladí. Con todo, el colectivo bilbaino estaba obligado a salir a por todas desde el minuto cero. El asunto no tiene más misterio, sobre todo cuando los leones ejercen en San Mamés, que aportaba su aureola al jugarse un sábado noche y en un partido grande. Solo le valía ganar sí o sí. Cuestión de dar un golpe de autoridad para alimentar un objetivo que con el resultado de esta noche asoma más cercano que nunca a lo largo de este curso.

Marcelino le tiene tomada la medida al Atlético desde que ejerce en Bilbao, ya que en los tres duelos anteriores ante los colchoneros el Athletic habían sumado dos victorias y un empate. Y no hay cuatro sin tres. Al asturiano quizá le queden solo cuatro partidos al mando de los leones, devorado por el proceso electoral o por decisión propia. En estas situaciones se suele conocer medias verdades. Lo cierto es que Marcelino ha vuelto a ser Marcelino. No se ha movido de su idea desde que apareció en la élite ni lo hará continué en el Athletic una campaña más o entrene allende de los mares. Su 4-4-2 es innegociable, para lo bueno y para lo no tan bueno. Mejor dicho, sí lo modificó en los minutos finales, en los que apostó por tres centrales. Raro pero real. Simeone, su colega, es de la misma escuela, aunque proyecta más variantes tácticas, siempre dentro de su particular código deontológico que, por cierto, no levanta pasiones fuera de su burbuja. La batalla de los banquillos estaba servida y tocaba escenificarla en el verde. Y ha sido desde que el inefable Mateu Lahoz diera el pistoletazo de salida.

El inicio ha sido el soñado por el Athletic, que ha sacado el traje de gala, el de las grandes noches. Ya lo lució en los enormes choques de Copa frente al Barça y el Real Madrid y le tocaba hacerlo ante el Atlético. La consigna Marcelino, que ha repetido con Nico Williams en detrimento de Berenguer, no pillaba de imprevisto. Sus hombres han puesto una marcha más, han tirado de intensidad, una de sus armas más valiosas, y han agobiado a un rival que está un pelín por debajo de años recientes y que a los 18 minutos tenía a dos de sus centrales con cartulina amarilla, lo que retrata el impacto de un Athletic liderado por un Raúl García poderoso ante su exequipo, lo que se había añorado en reencuentros precedentes, y un imperial Mikel Vesga decidido a subir su cotización ante los críticos a su figura. Se quiera o no, Vesga ha dado un paso adelante que le premia. El Athletic tenía el partido donde quería y lo ha refrendado Iñaki Williams, reñido con el gol, que le ha ganado, a los ochos minutos de juego, el pulso dentro del área colchonera a un pusilánime Giménez para gestar la acción del primer tanto con la colaboración de Hermoso. Cuestión de fe, la necesaria en este tipo de encuentros.

El gol lanzó a un Athletic que quería el segundo, que bien podría haber llegado en un centro-chut del propio Iñaki Williams que se topó con el palo derecho de la meta defendida por un Oblak que ya se veía vendido. La suerte suele sonreír gracias a esos milímetros que te pueden dar, cosa que no sucedió en este caso. El Atlético no tenía respuesta, pero el Athletic le dejó vivo, lo que no se entiende como una buena noticia, porque desde la media hora los leones dieron un paso atrás o perdieron esa pizca de chispa que les hace más creíbles. Fue entonces cuando los de Simeone tuvieron sus opciones, con dos clarísimas oportunidades por parte de Kondogbia y Carrasco que se quedaron con las ganas de superar a un Unai Simón un tanto inestable en el juego de pie. Lo que en otros momentos habría sido un drama para los leones, en esta ocasión no lo fue, quizá porque la suerte estaba escrita de antemano.

Tanto que en el arranque del segundo acto, Griezmann mandó un golpe directo al larguero de la meta bilbaina. Ahí se acabó la angustia de un Athletic al que le rescató su genética. El deseo también se cotiza en el fútbol. El Atlético, pese a los cambios introducidos por Simeone, se despistó en una salida de balón y Muniain, el más listo de la clase, provocó el penalti cometido por el mexicano Héctor Herrera, que obviamente no disfrutó igual que la primera noche que jugó en San Mamés, entonces en las filas del Oporto de Julen Lopetegui en aquel partido de Champions que dejó fuera al Athletic de la máxima competición. Eran otros tiempos. Iñaki Williams, sobresaliente, puso la guinda con una perfecta ejecución que valen tres puntos para pensar en Europa. Una noche redonda que debe tener continuidad en las cuatro jornadas que restan.

FICHA TÉCNICA

ATHLETIC: Unai Simón; De Marcos, Yeray, Iñigo Martínez, Berchiche (Min. 87, Balenziaga); Nico Williams (Min. 74, Zarraga), Dani García (Min. 74, Vencedor), Vesga, Muniain; Raúl García (Min. 87, Vivian) e Iñaki Williams (MIn. 77, Berenguer).

ATLÉTICO DE MADRID: Oblak; Llorente, Giménez, Hermoso, Reinildo (Min. 46, Correa), Lodi; Herrera (Min. 65, Koke), Kondogbia (Min. 65, De Paul); Carrasco (Min. 65, Cunha), Luis Suárez (Min. 70, Vrsaljko) y Griezmann.

Goles: 1-0: Min. 8; Hermoso, en propia puerta. 2-0: MIn. 56; Iñaki Williams, de penalti.

Árbitro: Mateu Lahoz (Comité Valenciano). Amonestó a Dani García (Min. 25), Iñaki Williams (Min. 68) y Berenguer (Min. 91), por el Athletic; y a Hermoso (Min. 1), Reinildo (Min. 18) y Lodi (Min. 71, Lodi), por el Atlético de Madrid.

Incidencias: Encuentro correspondiente a la trigésimo cuarta jornada de LaLiga Santander disputado en San Mamés ante 43.398 espectadores, según datos oficiales. La alemana Jennifer Zietz ha recibido el premio One Club Woman 2022 del Athletic.