Regla no escrita de la Navidad: los precios de los alimentos están hoy un escalón, o dos, por encima de hace quince días. Y es mejor no acordarse de los de hace dos meses. La alineación se recita de carrerilla, como la de un equipo histórico del Athletic. Cordero, capón, pavo, besugo, rodaballo, el universo del marisco… La suma del tique de compra de estos días siempre supone un latigazo para el bolsillo.

Es algo que se ve venir y hay quien apuesta con fe ciega por el congelador. Los hogares que, en cambio, apuestan por el producto fresco, que también tiene legión de fieles, ven que los precios se calientan hasta zona roja. ¿De riesgo?

No tanto. Hay alimentos que se mantienen dentro de los límites que marca la normalidad. El cordero, por ejemplo, un campeón de estas fiestas. Hace tres semanas se pagaba en la Ribera 25,95 euros el kilo de lechazo de Aranda o de cabrito, el viernes pasado el precio era dos euros más caro. Es decir, medio cordero, dos kilos y medio, costaba unos 65 euros y ahora ronda los 70.

8

En imágenes: los precios de los productos más codiciados en Navidades

En teoría, esa pieza da para alimentar a cinco personas, que será la referencia a partir de ahora para todos los cálculos. Es decir, 14 euros por cabeza. Y si el número de comensales crece, el precio lo hace de forma proporcional. Nada fuera de lo común.

El rey de la Navidad, el besugo

En otro nivel se sitúa el besugo, que apareció la semana pasada en el mercado principal de Bilbao puntual a su cita de diciembre a 60 euros el kilo. El tamaño estándar es de algo más de un kilo, así que para el ejemplo anterior, cinco personas, el coste puede alcanzar los 150 euros, una media de 30 euros por comensal y con el riesgo de quedarse corto. La opción del besugo de crianza roza los 49 euros, para un tamaño más pequeño, unos 900 gramos. De modo que para cinco comensales el desembolso total rondaría los 132 euros, por encima del listón del cordero.

Hay producto menos volátil, sin sobrexposición a la ley de la oferta y la demanda. La lubina es un ejemplo claro. A principios de mes el precio estaba en torno a los 23 euros para la pieza de acuicultura. El jueves pasado el precio había bajado hasta los 18,8 euros, si bien eran ejemplares de mayor tamaño de modo que el puesto compensa los ingresos.

En cambio, la lubina salvaje de Luarca, una de las más cotizadas de la lonja del Cantábrico, entró en la rueda de ventas de la Ribera a 28,9 euros el kilo. Con la referencia de los 400 gramos por ración, una comida o cena para cinco personas supondría la compra de tres piezas, que también se sitúan en torno al kilo. La cuenta asciende a unos 87 euros, algo más de 17 euros por comensal.

Todo esto teniendo en cuenta que hay un frente que no da tregua a los bolsillos, el del marisco. La kiskilla se vende a las puertas de nochebuena 37,9 euros el kilo. Aquí ya se complica el cálculo por persona, pero menos de 200 gramos, unos 7 euros para cada uno de esa familia de cinco personas, parece escaso.

Y la gamba fina de Huelva se sitúa en una zona de precios similar, 38,8 euros el kilo. Su hermana pobre, del mediterráneo a secas, es más asequible (28,8 euros). La diferencia entre una y otra por persona supera los diez euros. El universo almeja es cosa aparte. Hay precios para todos los bolsillos. La de cuchillo costaba 31 euros el kilo a principios de mes y ronda ahora los 33. De nuevo dos euros de diferencia y a 200 gramos por persona con esa cantidad y precio sería suficiente. En un escalón más bajo está la almeja mediana, que ha pasado de 26,8 a 27,8 este mes. Y siempre está la chirla que aguanta en torno a los 15 euros.

De vuelta al pescado, el rodaballo salvaje se ha mantenido estable en los 23 euros, aunque no han entrado en la Ribera piezas grandes y con el parón de esta semana: lunes día de fiesta para los pescateros, cierre navideño de Mercabilbao y fiesta de Navidad no se esperan hasta la semana que viene ejemplares que puedan saciar a los cinco comensales a los que estamos invitando a comer en este reportaje.

La Chuleta

Y llegamos a un terreno que, de alguna forma, queda al margen de las tensiones de precios de estas fiestas, la carne. El precio de la chuleta, el solomillo y otros cortes de la ternera apenas ha variado este mes. Chuleta madurada por 28,8 euros el kilo o hamburguesas de vaca vieja por 14,9 euros tal vez no tenga prestigio para vestir una mesa de Navidad, pero es una apuesta segura y asequible para todos los bolsillos.

Lo mismo ocurre con el pavo, que no forma parte de las tradiciones culinarias de Euskal Herria, pero que ha ganado espacio por las costumbres de otras culturas enraizadas ya en Bizkaia.

Una pavita, valorada por su carne tierna, de unos tres kilos cuesta en estos momentos 22,5 euros, tres euros más que a principios de mes. Es decir 4,5 euros por persona.

Te puede interesar:

Precio imbatible por la vertiente económica al que hay que completar con el relleno, los entrantes, el primer plato y los turrones o el sokonusko de postre. Y claro el vino y tal vez el champán.

Así que no está claro que el coste quede bajo el más mínimo control. Aunque tampoco es novedad con respecto a otras navidades.