El Athletic dejó pasar el sábado una nueva oportunidad para subir su cotización en la lucha por la conquista de un billete para competir en Europa el próximo curso. El punto cosechado por el colectivo rojiblanco en el Estadio de La Cerámica no le deja nada contento pese a que suma y a que le permite mantenerse al acecho de la séptima plaza que curiosamente es propiedad del Villarreal, que este martes se juega en el Allianz Arena su pasaporte a las semifinales de la Champions frente a un Bayern que decepcionó en el primer asalto de la eliminatoria. La jornada, sin embargo, ha sido nefasta para sus intereses, ya que tanto el Betis como la Real Sociedad han ganado sus respectivos duelos, por lo que la sexta plaza, la última que da acceso directo a la competición continental, dista a nueve puntos y se antoja ya como una quimera. El conjunto de Marcelino, por tanto, tiene motivos para martirizarse por lo ocurrido en el terreno castellonense al no ser capaz de batir a un rival que cambió en su totalidad el once que había comparecido 72 horas en Champions y tampoco supo proteger el gol de Raúl García que le puso por delante en el marcador, lo que genera un nuevo lamento en el entorno athleticzale, resignado a padecer los picos de sierra que ofrece este Athletic, que no termina de sacar el debido músculo en los encuentros que así lo requiere.

El nuevo fiasco firmado por el Athletic, por mucho que la entidad lo quiera vender en clave positiva (El Athletic fortalece sus opciones en La Cerámica, rezaba el titular de la crónica en la página web oficial del club), no es nuevo y se asemeja al que el equipo bilbaino sufrió en el Benito Villamarín en su anterior desplazamiento, aunque entonces el revés tuvo más impacto por la derrota encajada. El Betis recibió a los leones en medio de su eliminatoria de Europa League con el Eintracht Frankfurt y Manuel Pellegrini, su entrenador, efectuó algunas rotaciones, que el sábado se fue al extremismo con las once que realizó Unai Emery. De ahí la desazón que produce en la familia rojiblanca estos dos pinchazos que retratan el bajón que ha proyectado el Athletic, por lo menos en cuanto a resultados, desde el derbi ante la Real Sociedad. El histórico 4-0 que los leones infligieron a sus vecinos infló el globo, ya que el Athletic, cerrada la vigésimo quinta jornada, se colocó a solo cuatro puntos del conjunto txuri-urdin que, además, cuatro días después del sonrojo de San Mamés se despidió de la Europa League a manos del Leizpig.

La goleada en el derbi se entendió como un punto de inflexión para el Athletic, que se ganó su derecho a presentar su candidatura a pujar por Europa. Seis partidos después, el asunto ya no es idílico y el baño de realidad es evidente. Los de Marcelino solo han sumado en este último tramo 8 de los 18 puntos posibles, una baja cosecha que no les ha permitido saltar del octavo puesto, a niveles similares a los del Villarreal, que incluso ha logrado un punto menos. El Betis, Real Sociedad e incluso el Valencia son los otros conjuntos que formaban parte de este círculo continental, aunque el cuadro bético, que el próximo sábado se juega el título de Copa en La Cartuja con el Valencia, y el realista han subido a otra dimensión, ya con la Champions en su foco. No en vano, han aumentado la ventaja sobre los rojiblancos, al pasar de nueve a once puntos en el caso del Betis y de cuatro a nueve, en el de la Real; en tanto que el cuadro che, verdugo del Athletic en la semifinal copera, se ha relanzado, ha pasado del duodécimo puesto al noveno y si vence esta noche en Vallecas, se situaría a un solo punto del Athletic que, lógicamente, tendrá los dos ojos puestos en lo que suceda en la final de Copa. Como se sabe, si el Betis la gana, el séptimo en liga cogería plaza en la Conference League, opción que se desactiva si el campeón es el Valencia.

El 23 de abril, la noche de la final, tendrá mucho que decir para el Athletic, casi todo probablemente. Ese día se vestirá de verdiblanco durante unas dos horas, ya que el triunfo bético le permitiría mantener intactas sus opciones de aspirar a la séptima plaza, aunque antes debe hacer sus deberes con la visita a San Mamés del irregular Celta. Es el peaje de haber dejado escapar puntos factibles y favorecer la distancia de los equipos, salvo el Villarreal, que le preceden.

la cifra

7

Los goles que ha anotado el Athletic en las últimas seis jornadas, en las que se ha quedado en dos de ellas sin ver puerta. Ha encajado, por el contrario, nueve tantos y en todos estos encuentros Unai Simón se ha visto batido por lo menos en una ocasión.