A 28 días de la primera de las dos finales que el Athletic afrontará en La Cartuja en el mes de abril, Marcelino García Toral no piensa en ello. Al menos así lo ha asegurado el entrenador asturiano en la rueda de prensa que ha ofrecido este sábado antes de dirigir el último entrenamiento previo a la cita de mañana ante el Granada en San Mamés (21.00 horas). LaLiga manda durante las próximas cuatro semanas. "La Copa nos queda muy lejos. No nos vamos a fijar ni a obsesionarnos con esos partidos hasta que lleguen. Dicen que la euforia debilita y la crítica fortalece. Estamos viviendo sensaciones maravillosas de felicidad y de euforia. Es lógico que así suceda, pero tenemos que diferenciar lo que es una competición y otra", ha destacado el de Villaviciosa.

Marcelino, que ha anunciado bastantes rotaciones en el once tras la "paliza" en el Ciutat de València, ha subrayado que la cita ante el conjunto nazarí va a suponer "una prueba de madurez" para el equipo, que tiene que digerir cuanto antes la resaca copera: "Todos pasamos diferentes pruebas a lo largo de nuestra trayectoria y la forma de actuar y de activarnos nos supondrá el nivel competitivo que mostremos ante el Granada. No es fácil y todo va a ser bastante complicado desde el jueves hasta que llegue la primera final. Pero estoy convencido de que vamos a dar una respuesta positiva. Este equipo va a demostrar de nuevo la ambición de ganar".

Cuestionado por el rival de este domingo, el técnico del Athletic no ha dudado en alabar al conjunto de Diego Martínez, con el que coincidió en el Sevilla, cuando este dirigía al filial. "Me espero un partido complicado ante un rival que utiliza un juego directo y que está muy bien entrenado. Nos va a poner las cosas muy difíciles", ha indicado Marcelino, que espera que sus jugadores mejoren la contundencia tanto en labores defensivas como a la hora de presentarse ante el portero rival: "Si de 14 partidos en 10 el rival se ha puesto por delante€ Vamos a ver si potenciamos nuestro acierto en las áreas".

UN VESTUARIO DIFERENTE

Cuestionado por el ambiente familiar que se vive en la caseta rojiblanca, Marcelino García Toral ha reconocido que la relación con sus jugadores es "muy diferente" a la que ha vivido a lo largo de su extensa carrera en los banquillos: "Se conocen desde niños, se ayudan y se respetan. Es muy agradable y menos difícil para un entrenador. No tienes que estar tan preocupado de las relaciones de grupo. Aquí tenemos que hacer todo lo posible para no destruir la unión que hay".