El mercado de fichajes cerró ayer las puertas en su versión estival y lo hizo con suspense en el Athletic. En el apartado de posibles salidas el protagonista de la jornada fue Iago Herrerín (Bilbao, 25-I-1988). El guardameta, decidido a abandonar el club desde el término de la pasada temporada después de ver cómo la entidad rojiblanca le negaba la posibilidad de salir durante el último mercado invernal, no encontró a última hora ningún destino en el que consumar su objetivo. Jokin Ezkieta, para colmo, se ha adueñado del dorsal 13 como león dejando con el 25 al bilbaino, quien, a su pesar, permanecerá en el Athletic, como mínimo, hasta la apertura de la ventana invernal.

"Podemos facilitarle una salida siempre que haya una oferta y podamos negociarla, porque tiene un año de contrato y una cláusula. Es un muy buen portero que tiene un valor en el mercado y ojalá lleguemos a buen puerto, pero siempre que sea algo bueno para las dos partes", advirtió Rafa Alkorta el pasado 28 de julio en la última rueda de prensa ofrecida por el director deportivo, quien explicó entonces, antes de que Herrerín rechazara una oferta del Hatayspor de Turquía a la espera de encontrar un destino más apetecible, que "hablando con el entrenador de porteros y con el jefe de los porteros me han dicho que Jokin Ezkieta está preparado de sobra para poder estar en el primer equipo".

Los últimos años no han sido fáciles para Herrerín, quien no ha tenido reparos en reconocer públicamente su hartazgo por los menosprecios sufridos por un sector de la afición a través, sobre todo, de las redes sociales. Indignado con una situación que ha traído por la calle de la amargura al rojiblanco, su rol dentro del equipo tampoco ha resultado del agrado de un portero con la ambición por bandera. Desde su regreso a Bilbao en el verano de 2013, el bilbaino vio frenado constantemente su ansiado asalto a la titularidad. A la sombra de Gorka Iraizoz, Kepa Arrizabalaga y, por último, Unai Simón tras jugar como cedido en el Leganés en la segunda mitad del curso 2016-17, Herrerín ha tenido que conformarse con ser el titular habitual en Copa y Europa, gozando de la continuidad deseada en el campeonato de la regularidad en el curso 2018-19 únicamente.

Situación delicada

La marcha el 8 de agosto de aquel año de Arrizabalaga al Chelsea y la posterior renuncia de Álex Remiro a renovar su contrato con el Athletic dieron a Herrerín las llaves de la titularidad en liga. Simón, tras un fugaz paso por el Elche como cedido, retornó aquel verano a Bilbao a la carrera para aguardar su momento, el cual le llegó al inicio del ejercicio 2019-20, lo que significó la vuelta de Herrerín a un banquillo que comenzó a quemarle. La pasada temporada, para más inri, Garitano ni siquiera le dio la Copa tras su expulsión por roja directa en el cruce de octavos de final contra el Tenerife, cita en la que Ezkieta reivindicó su figura.

De cara a la presente temporada, con Herrerín decidido a hacer unas maletas que deberá guardar, el joven cancerbero navarro ha aprovechado la coyuntura para convertirse en la alternativa a Simón, indiscutible bajo palos.