Foronda presume de una imagen actualizada al siglo XXI que le ha hecho dejar atrás su imagen desfasada de terminal de los años 80.

Lo ha hecho con un completo lavado de cara, tanto por dentro, donde una nueva cristalera hace que llegue mucha más luz natural, con la mejora de su climatización y redistribución de espacios y nuevos hipódromos y mostradores de facturación, como por fuera, donde su cubierta de chapa ha hecho lo propio dejando atrás el verde, por otro en tonos grises, mucho más claros.

Nueva terminal de pasajeros de Foronda

Nueva terminal de pasajeros de Foronda

Se trata de una reforma integral, la de más envergadura en su historia, gracias a la cual la terminal, inaugurada en 1980, "ha ganado en competitividad" y ha llegado a sus 41 años en plena forma, tal y como se ha presentado este martes en la visita que ha podido hacer este diario de la mano del delegado del Gobierno en Euskadi, Denis Itxaso, y la directora del aeropuerto Begoña Llarena.

"Foronda avanza en su desarrollo, algo que debe servir para la recuperación económica de Vitoria, Álava y Euskadi tras la pandemia. Foronda está viviendo la mayor mejora de sus últimas décadas", ha resaltado Itxaso que ha recordado que a la remodelación hay que sumar el reciente acuerdo de recuperar el H-24. "El futuro de este aeropuerto, que sigue creciendo, es prometedor", ha dicho.

Por su parte, Llarena, ha hecho de anfitriona durante la visita. "Tenemos una terminal versátil, muy polivalente y orientada al confort del usuario, adaptada a la demanda presente y futura que podamos tener en pasajeros".

De hecho, la directora de Foronda no descarta la llegada de vuelos transoceánicos, siempre, eso sí, que haya demanda, "pero estamos preparados para traer todo tipo de vuelos. Lo más importante es que el avión se adecúe a la demanda porque no tienen por qué ser grandes".

En su fachada principal, por ejemplo, se ha instalado sobre el antiguo hormigón prefabricado, un mejor aislamiento térmico para combatir los rigores de la climatología y ofrecer una mejora de confort en el interior.

También se han reemplazado las puertas automáticas de acceso al edificio, que ahora son más modernas, y con las que "se ha ganado ancho de paso".

En el interior de la terminal, las nuevas baldosas mate también dan un aspecto más moderno que las anteriores, de acabado brillante, siendo ahora más claras. El mayor cambio está en la zona del control de seguridad que ya no está en un estrecho pasillo. Ahora ocupa gran parte de la antigua zona de espera.

Además de eso, se han demolido todas las oficinas de la terminal para instalar unas nuevas, dejando el espacio intermedio previsto para la zona de descanso.

Ello ha hecho posible un parque infantil junto con asientos y mesas donde podrán descansar pasajeros y acompañantes. Otra de las nuevas áreas de descanso está junto a Llegadas, gracias a sofás, mesas y máquinas expendedoras de comida y bebida.

Por su parte, las nuevas oficinas donde se instalan las compañías aéreas y otras empresas tienen la misma estética. La reforma integral no se ha olvidado de los baños junto a la sala de embarque y al pasillo de Llegadas, que tras la obra tienen un aspecto idéntico al de los otros aseos de la terminal renovados hace poco.

Otra de las mejoras es la de la climatización, ya que en las sala de embarque se han instalado ventilador es de gran tamaño que mueven el aire de toda la sala, lo que mejorará la sensación térmica en días de calor.

La zona de Llegadas también ha sufrido una completa transformación, ya que cuenta con puertas automáticas y paneles de vidrio de suelo a techo. En cuanto a los plazos de las obras, en febrero estaba previsto finalizarlas hacia principios de verano. Ahora solo faltan unos remates, como los de señalética, por lo que acabarán en julio.

Toda esta intervención ha contado con una inversión de 1,76 millones de euros.