INMERSA en una gran catástrofe humanitaria por el coronavirus, India, un país con más de 1.300 millones de personas, es incapaz de tener camas libres ni tanques de oxígeno en sus hospitales, y lidera una de las peores estadísticas mundiales de la pandemia. El instituto Botikazar de Bilbao, no es indiferente a su agonía y ha querido que su solidaridad viaje hasta allí. Por eso, ha decidido donar 1.000 euros para apoyar el hospital de Bathalapalli, una referencia en la lucha contra el coronavirus, no solo en la ciudad de Anantapur, sino en todo el estado, Andhra Pradesh.

Una gota de agua en un océano de solidaridad porque son muchos los ciudadanos vascos volcados en la tarea de ayudar. Además, el Instituto Botikazar es como un pedacito de India en la capital vizcaina y lleva a cabo muchas iniciativas en beneficio de la Fundación Vicente Ferrer (FVF). Sus alumnos son un ejemplo de compromiso y el centro está muy implicado en impulsar proyectos en el país asiático. Botikazar ha trabajado durante los últimos doce años con la Fundación en distintas áreas, pero sobre todo, en el terreno educativo, al participar en el Programa School to School, y mantiene un intercambio con la escuela NNP Thanda School-Guntakal.

En esta ocasión, toda la comunidad educativa del instituto, localizado en Botica Vieja, ha decidido comprometerse en el apoyo del hospital de Bathalapalli con el dinero cobrado a principio de curso con las taquillas. Normalmente utilizan esas cantidades para el mantenimiento y gestión de las taquillas, pero este año, "siendo tan urgente la situación de India" han decidido donar ese importe. Ellos saben, por propia experiencia, que la Fundación utilizará su aportación para que el hospital disponga del oxígeno que tanta falta les hace.

"Lo que es bonito es que el padre Vicente Ferrer nos hablaba del poder de la acción buena, y esto va en esa línea porque podemos estar lamentándonos por una situación, quejándonos, o asustándonos, eso es inevitable, pero luego está la parte de querer cambiar esa realidad y aportar nuestro granito de arena", señala Xabier Orueta, delegado de Euskadi de la Fundación Vicente Ferrer.

El drama que sufre el país es tan terrible que estos días la FVF ha lanzado la campaña de emergencia Oxígeno para la Indiaante la necesidad de dotar a su hospital en Bathalapalli de un generador de oxígeno para cubrir las necesidades más inmediatas, tras el aumento vertiginoso de contagios. "Esta segunda ola ha sido un tsunami porque ha barrido el país de norte a sur. La Fundación Vicente Ferrer está en primera línea con todo, también en atención sanitaria, pero ahora nos estamos centrando en garantizar el suministro de oxígeno a las personas que lo necesitan", declara Orueta.

"En India queda alarma para meses. Porque la pandemia sigue en ascenso, cada día hay más casos y más muertes, lo que pasa es que actualmente los ataques de Israel a Gaza, le han quitado visibilidad", precisa Orueta, consciente de que la emergencia sanitaria india ha pasado a un segundo plano en la actualidad mediática.

"Lo que ha ocurrido con el oxígeno es que ha habido una rotura de stock en todo el país. Nosotros tenemos camas, respiradores, bombonas de oxígeno, pero lo que nos falta sobre todo es lo que nos da autonomía para tener oxígeno, generadores o plantas de oxígeno y concentradores. Actualmente viene un camión cisterna que llena los depósitos. Hasta hace poco tenía que venir cada quince días y ahora prácticamente cada día porque es un bien muy preciado".

La solidaridad de Euskadi

Una vez más, la sociedad vasca apoya la causa india. "Muchas personas llaman para hacer donaciones, gente que a través de Internet, o de Bizum aporta dinero, incluso personas anónimas que se plantan en la oficina y nos dan dinero. Y luego, algunas empresas que vienen colaborando y que hacen un esfuerzo en esta situación excepcional. Además, por supuesto, de instituciones públicas a las que presentamos nuestros proyectos y nos ayudan. La respuesta está siendo estupenda. Yo llevo 9 años en la Fundación y nunca había visto una respuesta tan rotunda", subraya Orueta.

La FVF gestiona tres hospitales, entre ellos el de Bathalapalli, que el Gobierno ha decretado como hospital de referencia para el tratamiento de covid en la zona. "Aquí tenemos 250 camas, hemos abierto otras 40 más y, como vemos que los contagios van en aumento, tendremos que habilitar un segundo hospital para covid. "De hecho, en el hospital han tenido que afinar el triaje de entrada, y ya solo aceptan casos muy graves, muy severos que, de verdad, necesitan oxígeno", resalta.

La semana pasada, la Fundación y la ONG Open Arms enviaron un Boeing 747 cargado con material esencial y consiguieron hacer llegar al país un avión con 20 toneladas. Una operación centrada en el envío de material sanitario ante la falta de reservas de oxígeno, aunque también incluía otros recursos médicos como respiradores, mascarillas y equipos de protección individual (EPI). "Esa ayuda humanitaria salió un viernes y el martes ya estaba en nuestro hospital. Y desde ahí lo derivamos a otros centros de la zona que también lo necesitan". Con este primer vuelo humanitario, Open Arms y la FVF ponían en marcha una alianza estratégica junto al presidente de Solidaire, el piloto, y filántropo Enrique Piñeyro, con el objetivo de dar apoyo a la crisis humanitaria en la India.

efectos devastadores

la pandemia ha doblegado el sistema sanitario

Colapso de hospitales. La pandemia ha doblegado al frágil sistema sanitario de este país de 1.300 millones de habitantes. Las personas contagiadas continúan muriendo a las puertas de los hospitales colapsados, pese a la ayuda internacional. El virus se ha propagado rápidamente por el vasto interior rural del país desbordando las infraestructuras sanitarias, así como crematorios y cementerios. Por ejemplo, desde ayer, en Bengala permanecen cerradas las oficinas, los servicios de transporte y los colegios, para limitar la expansión del covid-19.

Pocas vacunas. India administró 1,7 millones de vacunas contra el coronavirus en las últimas 24 horas, un aumento frente a las 1,1 millones de inoculaciones de la jornada anterior. Sin embargo, el ritmo de la campaña de vacunación, vista como la única salida a esta crisis, continúa siendo menor del esperado y solo ha logrado inocular a poco más del 3 % de su población.

El Instituto bilbaino de Educación Secundaria Botikazar ha aportado mil euros de sus taquillas para el hospital de Bathalapalli

Numerosos ciudadanos anónimos y entidades colaboran desde la CAV en la campaña de emergencia 'Oxígeno para la India'