donostia -Lo que en un primer momento se tomó como una gamberrada fue cobrando otra dimensión según avanzó la mañana. No era una sola amenaza, ni un único destinatario. Las pintadas que ayer aparecieron en el entorno de la playa de de Deba iban dirigidas a tres sectores bien concretos que se caracterizan por su labor en defensa de la igualdad de derechos: el colectivo feminista, las ong de rescate humanitario y personas de confesión musulmana que acuden a la mezquita y solo buscan una convivencia en paz. Parecía una broma, pero pronto dejó de serlo. Expresiones como “Feminazis al hoyo”, “Open Arms, negreros”, y “Guillen, cierra la mezquita”, dirigida al propio alcalde del municipio -al que incluso se le advierte de que es el “primer aviso” que la dan- provocaron el rechazo unánime. Varios colectivos sociales han convocado hoy a las 19.30 horas en la plaza de la localidad una concentración de condena.

En conversación telefónica, alcalde del municipio, Gilen Garcia (EH Bildu), confirmó que además de interponer una denuncia ante la Er-tzaintza hoy se reunirá con los grupos de la oposición (PNV y Debarren Ahotsa) con el fin de consensuar una declaración institucional de condena en una junta de gobierno extraordinaria. “Estamos ante el discurso de la derecha más rancia, algo que no podemos dejar pasar”, admitió el regidor de esta localidad de 5.547 habitantes en la que Vox, el ala más derecha del tablero político, obtuvo 30 votos en las elecciones del pasado 26 de mayo.

Gilen, que recibió muestras de apoyo durante toda la mañana, reafirmó su total apoyo a los colectivos que, al amparo de la noche, alguien quiso poner gratuitamente en la diana. “Por su puesto que el respaldo es total. En un contexto de agresiones sexistas, que se recrudece todavía más durante las fiestas de verano, el trabajo que están haciendo las mujeres de los colectivos feministas es digno de mención. Podían haber actuado de modo más visceral, pero lo están haciendo de manera coordinada, con campañas de común acuerdo con el sector hostelero, y no hay nada que reprochar al respecto”.

Otro tanto puede decirse en relación a esa otra expresión que reza “Guillen, cierra la mezquita. Primer aviso”, y que va dirigida hacia su persona. Si algo destaca del lugar de culto inaugurado a comienzos de mayo, dice el aludido, es precisamente su trabajo discreto. “Tanto, que probablemente muchos vecinos no sepan ni dónde está la mezquita”.

Saharauis, marroquíes, mauritanos, argelinos, paquistaníes, senegaleses? La población de confesión musulmana ha ido creciendo en el municipio de una manera tan paulatina como normalizada. Desde hace cuatro meses cuentan con la mezquita Pakea-Deba, nombre con el que se conoce a la asociación, elocuente muestra del fin que persigue. Si algo ha caracterizado el trabajo que están haciendo -dice el alcalde- es dar a conocer su cultura y abrir caminos hacia una integración adecuada en Euskal Herria entre todos los vecinos.

“Por todo ello, no nos podemos quedar callados. No sabemos quién está detrás de estas pintadas pero hay que estar atentos y tomárselo en serio. Así nos lo han hecho saber todos los colectivos sociales que mañana (por hoy) acudirán a la concentración”, reveló, sin olvidar la mención expresa a la labor del Open Arms. También fue señalado el barco de salvamento de inmigrantes en el Mediterráneo, el buque de rescate de la ONG española que ha permanecido retenido durante 19 días con centenar y medio de personas a bordo.

Las pintadas para denunciar estos hechos fueron difundidas a través de las redes sociales por Iñigo Mijangos, presidente de la ONG Salvamento Marítimo Humanitario (SMH). “Da pena lo ocurrido. Deba es un municipio que siempre se ha volcado con las ayudas directas a proyectos humanitarios. Cada vez que hemos acudido a dar alguna charla, la ciudadanía siempre ha respondido de manera activa, con donativos particulares que hemos agradecido”.

El responsable del barco Aita Mari, que ya ha cumplido prácticamente con todo el trámite a la espera de que le den el despacho para zarpar al Mediterráneo, rechaza de plano dar carta de naturaleza a este tipo de actos. “Si aceptamos estas actitudes, la siguiente vez que salgan a la noche será para llamar a nuestra puerta. StopFascismo”, escribió en las redes sociales.

En conversación con este periódico, no supo desvelar la autoría, pero sí se mostró claro respecto al trasfondo de lo escrito. “Estamos ante una reacción, no sabemos si de algún vecino del municipio o de fuera, que quizá pueda sentirse molesto por el trabajo que se está realizando. Pues bien, si es así, que se exprese donde sea oportuno, que hay cauces democráticos para ello y no mediante amenazas con nocturnidad”. Mijangos se muestra convencido de que hace falta “más pedagogía”, ampliar el foco y trabajar “el respeto al diferente” con una “actitud responsable”.