El Consorcio de Aguas Bilbao y Bizkaia está inmerso, con la ayuda financiera del Estado y los fondos europeos Next Generation, en la actualización de la planta de tratamiento de residuos de Galindo, las instalaciones más antiguas del ente consorciado. Y es que son más de 40 años de actividad en los cuales la tecnología ha evolucionado para poder alcanzar mayores capacidades de limpieza de las aguas sucias que genera el millón de personas que viven en la metropoli. Los objetivos a alcanzar con esta intervención son aumentar la capacidad y el rendimiento del tratamiento primario que evite el vertido de agua no tratada al cauce. Además, permitirá mejorar la calidad del agua que se vierta en las épocas de lluvia intensa. Unos niveles de depuración más intensos que en los próximos años implementara la Unión Europea como básicos para que cumplan todos los países miembros. 

El Consorcio ya ha iniciado las obras para modernizar ese tratamiento tras la firma de un convenio con el Estado que supone una inversión durante los próximos cuatro años de 38 millones de euros de los que el 80% llegarán vía Bruselas. El 20% restante será financiado mediante aportaciones del Consorcio de Aguas durante la construcción de las obras. También, el ente vizcaino trabaja en la eliminación de los olores que la actividad depuradora genera y afecta a la población cercana de Barakaldo y Sestao, además de otras inversiones menores en las instalaciones de Galindo.