bilbao - El PDeCAT avaló ayer con una mayoría muy amplia su integración en JxCat. Desde la ejecutiva quisieron aclarar que no implica disolverse en ese espacio del expresident Carles Puigdemont, y la apuesta por preservar el perfil de una formación histórica como la antigua Convergència parece claro. Ayer se resistió el embate de los próximos a Puigdemont, que pretendían disolver el partido y crear una gestora. Lo que habrá ahora, por el contrario, es una negociación en los próximos meses para pulir el encaje del PDeCAT. Tendrá que lograr un acuerdo satisfactorio con un espacio controlado por el expresident Puigdemont. El Consell Nacional del PDeCAT avaló ayer con el 85,85% la propuesta de la dirección de “transitar” hacia JxCat bajo una sola estructura, lo que no implicaría la disolución. Sin embargo, en muchos ámbitos se interpretó que las siglas de la antigua Convergència han muerto y que este movimiento supone una estocada para el nacionalismo pragmático y alejado de las posiciones duras de Puigdemont, a quien ahora se reconoce un liderazgo “moral y político indiscutible”. Otras voces lo ven con menor dramatismo porque supone hacer oficial una situación consolidada, ya que JxCat es la marca electoral del PDeCAT.

Ayer hubo marejada y peticiones para aplazar la votación. De ahí el mensaje de Bonvehí. “JxCat es un proyecto que va más allá del PDeCAT, pero no se puede entender JxCat sin el PDeCAT. Con esta premisa de suma, a partir de mañana empezamos este trabajo”, dijo el presidente del PDeCAT, David Bonvehí, en su intervención final en el Consell Nacional que el partido celebró ayer en Barcelona. Ve diferentes fórmulas para transitar hacia JxCat, que no concretó. Solo dijo que afrontan este reto con los otros actores del espacio político, JxCat y la Crida Nacional per la República. De los 212 votos emitidos, el 85,85% apoyó la propuesta de la dirección (182 votos), el 0,94% votó en contra (solo dos votos), y el 13,21% restante votó en blanco (28).

Para Bonvehí, esta votación evidencia que el PDeCAT debe ser una “pieza clave” en el proyecto de JxCat. Fuentes consultadas por Europa Press explicaron que hubo quejas del territorio por el proceso interno llevado a cabo por la dirección y por la conclusión de “transitar” hacia JxCat al no concretarse cómo se hará, asegurando que hasta Bonvehí ha admitido que no queda claro hacia dónde van. “Ha habido quejas por las formas y el ritmo que se ha impuesto”, destacaron miembros del Consell Nacional. Por ello, diversas intervenciones pidieron no someter a votación ayer el acuerdo de la dirección para “ganar tiempo” porque, además, entienden que no precisa cómo avanzar hacia JxCat. - DEIA/E. P.