BARCELONA. La manifestación, encabezada por una pancarta bajo el lema de "Por los derechos y las libertades, basta de represión ¡No toquéis a nuestros jóvenes!", cuenta con el apoyo del sindicato de profesores USTEC y la intersindical SCS e CAU-IAC, así como la CGT, el Sindicat d'Estudiants dels Països Catalans (SEPC), Docents per la República, la FAPAC, el Colectivo de Madres y Abuelas por la República (MAR), y la sectorial de Educación de la ANC.

En primera fila de la manifestación desfila el cantautor Lluís Llach, quien han anunciado que será el encargado de leer el manifiesto final en la plaza de Sant Jaume.

También está en primera fila el colectivo de Madres y Abuelas por la República (MAR) ataviadas con un pañuelo rojo en el cuello, que han decidido que sea su elemento identificador, y que llevan pancartas con el lema: "Nuestros hijos no se tocan".

Los concentrados corean consignas como: "son valientes, no son violentos", en alusión a los jóvenes que protagonizaron las protestas de la semana pasada.

Los manifestantes también llevan carteles en los que se puede leer: "Martí libertad", en referencia a uno de los detenidos durante los disturbios de la semana pasada; "Sólo el pueblo salva al pueblo"; o "Sacad las garras de nuestros hijos".

Representantes del SE han expresado su rechazo a lo que consideran una "criminalización" de los jóvenes y la represión policial y han criticado a los medios de comunicación a los que acusan presentar a los jóvenes como si fueran "violentos, encapuchados o incluso terroristas".

En el manifiesto que Llach leerá al final de la manifestación, los convocantes han recordado que en Cataluña se han manifestado centenares de miles de personas pacíficamente durante los últimos años "en defensa de los derechos y libertades de nuestro pueblo".

En contraposición, consideran "enloquecida la respuesta de los aparatos policiales del Estado y autonómicos y de la judicatura" y lo tildan de "represión digna de un estado autoritario" con "detenciones arbitrarias y prisiones provisionales injustificadas".

Según los manifestantes, todo ello tiene por objetivo "aterrorizar, coartar la libertad de expresión, el derecho a la protesta y el ejercicio de los derechos fundamentales".