Washington - El equipo legal de los demócratas en el Congreso de EE.UU. presentó ayer lo que consideran el ABC del juicio político contra el presidente estadounidense, Donald Trump: “Abuso de poder”, “Traición a los intereses nacionales” y “Corrupción de las elecciones”. Estas supuestas acciones del mandatario, según los juristas demócratas, son motivos suficientes para que se redacten los conocidos como “artículos” del juicio político, es decir, la acusación parlamentaria formal contra el gobernante para su posible destitución.

“Trump usó el poder de su cargo para presionar e inducir al recientemente elegido presidente de Ucrania para interferir en las elecciones de 202 para su beneficio personal y político”, defendió el abogado de los demócratas, Daniel Goldman, en la audiencia celebrada en el Edificio Longworth de la Cámara de Representantes. En concreto, los demócratas consideran que Trump trató de abusar de su poder al condicionar una reunión en la Casa Blanca con su homólogo ucraniano, Volodímir Zelenski, y el desembolso de ayuda militar a Ucrania a que ese país abriese una investigación sobre el ex vicepresidente Joe Biden y su hijo Hunter. Según los demócratas hubo quid pro quo, es decir, que la presión de Trump a Zelenski y la congelación de ayuda militar a Ucrania no fue una mera casualidad, sino un plan premeditado con la finalidad de conseguir una investigación que perjudicase a Biden, uno de los posibles rivales demócratas del gobernante en las elecciones de 2020.

Por su parte, los conservadores liderados por el abogado Stephen Castor argumentaron que las pruebas encontradas no son suficientes para llevar a cabo un juicio político y que Zelenski ha declarado públicamente que no se sintió presionado por Trump, entre otras cuestiones. En sus declaraciones, Castor aseguró que no existen “pruebas claras” de que Trump actuó con “intenciones maliciosas” al solicitar a Zelenski que investigase a Biden.

Además, aseveró que Trump tenía una “razón legítima” para preocuparse por el papel de Hunter Biden en la junta directiva de la empresa de gas ucraniana Burisma, cargo al que llegó mientras su padre era el vicepresidente de Barack Obama (2009-2017) y mediador durante el conflicto por la península de Crimea con Rusia. Por su parte, los legisladores republicanos tacharon la investigación de juicio político de ser “injusta, partidista y parcial” y de tener como objetivo dañar la imagen de Trump antes de la celebración de las elecciones de 2020. La tensión en la sala se respiró desde el inicio de la audiencia, que fue interrumpida por un hombre que, antes de ser sacado por la fuerza del lugar, acusó a gritos al presidente del Comité Judicial, el demócrata Jerry Nadler, de “cometer traición” a EE.UU. por ser una de las cabezas visibles contra Trump, entre otras cosas.