Roma - El Partido Demócrata italiano (PD), el mayor de centroizquierda del país, celebró ayer elecciones primarias en busca de un nuevo líder que lo apacigüe y refuerce como alternativa al Gobierno del Movimiento 5 Estrellas y de la ultraderechista Liga. El elegido es el presidente de la región italiana del Lacio, Nicola Zingaretti, quien, según los primeros resultados, ganó las primarias al imponerse a los otros dos candidatos y será el nuevo secretario general.

Los comicios abiertos, en los que podía votar todo ciudadano mayor de 16 años, ha sido una prueba de fuego para esta formación que perdió el Gobierno en las elecciones generales de hace un año y que en los últimos tiempos ha vivido desnortada y marcada por las divisiones internas. Se elegía entre tres candidatos: el actual presidente de la región del Lacio (centro), Nicola Zingaretti; el exministro de Agricultura Maurizio Martina y el diputado Roberto Giachetti, y con ellos a los miembros de la Asamblea Nacional.

Zingaretti, romano de 53 años y representante de la corriente más izquierdista del PD, ha obtenido en torno al 60% de los votos, según los primeros resultados difundidos poco después del cierre de las urnas. Se impuso así a sus dos rivales, los diputados Maurizio Martina y Roberto Giachetti. Este último informó en Twitter de que ya había llamado por teléfono a Zingaretti para felicitarle: “Será el próximo secretario del PD”, declaró.

En las primarias han participado más de 1,5 millones de personas, una cifra que supera el millón que la formación de centroizquierda había previsto, pero inferior a los 1,8 millones de las últimas. De confirmarse este resultado, la proclamación como secretario de Zingaretti se producirá en la convocatoria de la primera asamblea nacional, elegida también ayer y que deberá celebrarse en el plazo de 15 días.

La atención política italiana también estaba puesta en el dato de participación, pues estas primarias sirven para testar el tirón del PD, que en unas anteriores llegó a movilizar a casi tres millones de electores.

Reunificación El PD, fundado en 2007 a partir de la fusión de los excomunistas Demócratas de Izquierdas y los centristas de La Margarita, lleva años enfrascado en duras pugnas internas y escisiones, acrecentadas durante el mandato como secretario de Matteo Renzi (2013-2018). Por eso los candidatos se comprometieron a reunificar sus filas y plantear una firme oposición al actual Gobierno del Cinco Estrellas (M5S) y de Liga de Matteo Salvini, este último el mal mayor.

Y es que Italia vivirá un 2019 cargado de citas con las urnas, desde elecciones regionales hasta las europeas, a las que el PD concurre como miembro del Partido Socialista Europeo. Atrás quedan las pasadas elecciones al Parlamento Europeo, cuando Renzi, entonces joven promesa de la política, logró un histórico 40,8%. Desde entonces el PD no ha hecho más que caer, hasta el 17% de las generales del 2018, un porcentaje certificado en las recientes regionales de Abruzos y Cerdeña. Ahora Renzi ha ondeado la bandera blanca, prometido paz dentro del partido por parte de sus leales y ha recordado que “el combate” es contra Salvini y el Cinco Estrellas.

Los analistas sostienen que muchos electores cambiaron el PD por el M5S durante la era de Renzi como primer ministro por su política de cariz liberal, y por eso uno de los retos del partido será seducir a los electores que se marcharon.

Así lo cree el politólogo Oreste Massari: “Para recuperar votos perdidos deberían preguntarse en qué se equivocaron. Sobre temas como inmigración, pobreza o desempleo el PD fue ciego porque estaba demasiado encerrado en los palacios de poder”, explica. Su recuperación requerirá “un trabajo titánico”.